Puedes leer el capítulo anterior aquí: Desapariciones (4a. parte)
Aunque inicialmente Jorge y Camila no daban crédito a la tentativa de su aventura, el entusiasmo, positivismo y confianza de Andrea los contagió. Los tres se convirtieron en un momento dado en una fuerza positiva de fe inquebrantable que alcanzaría el éxito de su emprendimiento tarde o temprano ─siempre que estuvieran con vida para continuarlo─.
Una vez al día, personal de servicio, llevaba raciones mínimas de comida y agua a la azotea y al sótano, donde el trío fantástico, más bien insurrecto, sufría su castigo. Nada de deliciosos platillos regionales para cada uno. Unos mendrugos de pan, sobras de la comida del área de servicio, de un par de días atrás. Una jarra de agua del grifo. En días con suerte, algunos pedazos de huevo cocido a medio comer. La Dra. Zoe solía visitar a Andrea cada dos días y algo similar hacía Jayden en la azotea, con la parejita romántica recién formada. Camila y Jorge se debatían entre capítulos de depresión, ansiedad y jolgorio temporal por su idilio en condiciones tan extraordinarias como inimaginables. Ninguno esperaba encontrar un amor tan rosa en medio de un rapto de tan alto riesgo. Andrea mientras tanto pensaba y pensaba sobre como agenciarse del componente electrónico que complementaría su dispositivo para emitir el pulso de localización necesario para que todo el grupo de cautivos fuera finalmente encontrado y rescatado.
En el sexto día de su encierro en la azotea. En una de las visitas de Jayden a la pareja, que al igual que las de Zoe a Andrea, eran muy inquisitivas e intimidantes; Jayden termina presionando en demasía a Jorge, quién nuevamente se altera, a pesar de su temperamento pasivo e introspectivo, y pretende atacarlo nuevamente. Y cual capítulo repetido de una película de acción, Jayden lo domina en un instante, lo lleva al suelo y estando a punto de casi asfixiarlo, ve venir a Camila con un jarrón de vidrio, quién contra todo pronóstico se lo estampa en la cabeza. Mil pedazos de vidrio crean un caos casi musical por todo el suelo. Un hilo de sangre corre sobre la frente de Jayden, quien instintivamente hace ceder la presión ejercida al cuello de Jorge, toma un trozo triangular del vidrio del jarrón fracturado y con él rasga la yugular de Camila. Todo en un acto reflejo de defensa. Esto turba a Jayden por un instante. En verdad, no planeaban herir o matar a ninguno de sus huéspedes. Jorge no termina de entender lo que ha ocurrido, sale corriendo despavorido, con una idea en la mente, sin detenerse a pensar, sin haber visto en detalle, que su querida Camila ha dejado de existir. Quizá cree que Jayden ha tenido el mismo cuidado que tuvo con él la primera vez. Lo había desmayado con una habilidad casi artística. Había escuchado rumores, entre la gente de servicio, de que tenían a alguien bajo castigo en el sótano. Camila y él habían deducido que tenía que ser Andrea. Corre directo hacia allá y sin mediar palabra, desliza bajo la puerta el componente electrónico ya listo para ser ensamblado por Andrea. En los ratos libres, cuando no estaban de idilio romántico, él y Camila habían trabajado arduamente en terminarlo. Sigue corriendo como loco por todos los rincones de la residencia, para despistar. Jayden abandona su turbación en breves minutos y sale a su búsqueda, al encontrarlo lo derriba de un golpe. Tiempo tendrá al despertar, de su knock out, y de su ignorancia; para llorar a esa chica de ensueño que vino a conocer en este remoto lugar del mundo. Jayden y Zoe, por otro lado, visten de luto una recóndita parte de su ser. Una que casi no suelen visitar. En esencia, son unos idealistas; pretenden un bien último para la humanidad toda. Sin embargo, los daños colaterales, son una pequeña factura, que están totalmente dispuestos a pagar.
Basados en el pulso “fantasma” del dispositivo de Andrea el día de su rapto, tanto la Interpol como la IA44 y la A2IAH instalaron en puntos estratégicos de Oceanía, sendos grupos de operaciones especiales, equipos con férreo entrenamiento táctico, a un nivel de alta evolución de lo que otrora fueran las fuerzas especiales de los Estados Unidos de América, del Reino Unido y los Kaibiles guatemaltecos. El posicionamiento estratégico y triangulado de estos grupos tácticos permitiría a cualquiera de ellos estar en cualquier punto geográfico de Oceanía en tan solo quince minutos, viajando en helicóptero ultrasónico de combustible iónico. Bastaría con una señal de encripción nivel ENC-5, usando por las agencias de espionaje y contraespionaje con claves ultrasecretas indescifrables para cada agencia ─la cual habría de emitir Nuria al llegar─; o el pulso de geolocalización encriptado en nivel ENC-4 de cualquiera de los dispositivos de los cautivos. La señal de Nuria nunca fue emitida por razones obvias. Exactamente cinco semanas después del primer rapto ─el de Armando─, a las tres de la mañana de un día Martes, Andrea fue capaz de emitir un único pulso de geolocalización e inmediatamente después destruir el dispositivo ingeniosamente armado en cautiverio para eliminar toda huella que pudiera causar la ira de sus captores.
El pulso fue captado casi inteligiblemente por la IA44. Un mensaje encriptado ENC-5 fue enviado de inmediato a los equipos tácticos en Oceanía. El primero en llegar fue el de la Interpol, tan solo siete minutos después de la emisión del pulso. Luego de breves minutos de intentar irrumpir en las instalaciones de cautiverio, este grupo táctico fue neutralizado por las defensas sofisticadas de la NeoSpeci, aunque con un costo, sus niveles de defensa fueron socavados en un 30%. A los once minutos de emitido el pulso llega el equipo táctico de la IA44, tan solo tres minutos duraron en aguerrida batalla contra las defensas automatizadas de la NeoSpeci. Finalmente este equipo, también sucumbe ante el conjunto de armas de alta sofisticación, con avances bélicos aún no concebidos ni por las agencias de inteligencia mundiales. Quedaron reducidos a un grupo de cadáveres. Sin embargo, las defensas de la NeoSpeci fueron minadas en un 70%. El equipo táctico de la A2IAH llega a los quince minutos de emisión del pulso. Encuentran una escena repleta de cadáveres de los equipos previos. Los esquemas estratégicos de contraguerrilla, que son la especialidad de los evolucionados integrantes Kaibiles provenientes de Guatemala, que conforman el 50% de ese equipo táctico juegan un papel decisivo en confundir a las defensas de la NeoSpeci y derriban por completo su sofisticado sistema. A pesar de perder la vida un cuarto de los integrantes de este grupo, el resto logra penetrar el recinto, neutralizando con vida a Jayden y a sus correligionarios; y rescatando heroicamente a los chicos cautivos.
Esa fuerza inquebrantable que fue la energía que movió a Andrea, Jorge y Camila los llevó al desmantelamiento de la demente célula terrorista de los NeoSpeci y salvó a la humanidad de un futuro monocromático; formado por una especie de seres que serían perfectas réplicas uno del otro, sin individualismos, sin genialidades características, sin picos de amor y de esperanza, de romanticismo, de arte y de tantas otras maravillosas características que hacen a cada ser humano; único e irrepetible.
FIN.
Poesía de Alejandro Cárdenas
@AljndroPoetry 2020 / Jul-14relato