Delgada, fina,
poca cosa, anodina,
vulgar vecina,
Erica la atención
no llama, don
o defecto es su guión.
A pie de encina
ejerce su función.
Triunfante Hirunda
medio mundo se enfunda,
donde va inunda
miradas en deseo,
puro apogeo,
no se acerca a sol feo.
Siempre rotunda
consigue su trofeo.
Traje elegante,
negro y blanco es su plante,
su ala cortante,
su pajarita roja,
siempre se arroja,
nada a Hirunda sonroja.
Va por delante
de cuanto se le antoja.
Él va por libre,
¿habrá quien le equilibre,
que a su aire vibre?
Zángano se escaquea
de su tarea
fingiendo cefalea
con tal calibre
que ya no hay quien le crea.
Contra rutina
ocioso se encamina
hacia la encina.
Viendo a Erica se prenda
sin que él entienda
del motivo la rienda.
Huele tan fina
que apresura su ofrenda.
La escena avista
Hirunda que no dista,
por egoísta
quiere al zángano preso,
robarle el beso
a Erica como exceso.
Sed de conquista
en su hambre se le ha impreso.
Erica en flor,
violáceo color,
recibe amor
de zángano a deshora
cazado y llora
que Hirunda lo devora.
Mas hubo ardor
para una nueva Aurora.
Crece semilla
en Erica que brilla
siendo sencilla
y delgada en vergeles
pues sus papeles
cumplen abejas fieles.
¡Gran maravilla
son del brezo las mieles!
No hay mejor ciencia
que sana convivencia
con nuestra esencia
natural heredada,
pues perpetuada,
la vida aún más agrada.
Supervivencia
es línea delgada.
Foto propia
- Hirunda rustica: nombre científico de la golondrina común europea
- Erica erigena: nombre científico de la especie de brezo mostrada en la imagen
Con todo mi respeto a la estrofa ideada por @alda_pascuzzo
- En esta variante extendida, se repetirán la primera palabra del poema y la última, admitiéndose en ese aspecto libertad en las estrofas intermedias.