¡Alehop! (4ª y última parte)

1ª parte: ¡Alehop! (1ª parte)
2ª parte: ¡Alehop! (2ª parte)
3ª parte: ¡Alehop! (3ª parte)

Yo no acababa de entender cómo podía haber estado en dos sitios a la vez. Busqué información en foros de parapsicología hasta encontrar una respuesta que me satisfizo. No se lo expliqué a nadie. Sufrí una bilocación, un fenómeno paranormal, según el cual yo habría estado en dos lugares diferentes al mismo tiempo.
La realidad es cruel y se ríe de nosotros, aquí y en el más allá. Los compañeros y compañeras del polideportivo y de mi antiguo trabajo me pidieron que escribiera una nota de recuerdo para leerla en su funeral.
Mientras la preparaba, las sombras de su recuerdo me arrastraron por mi pasado más reciente y me llevaron en silencio en caída libre hasta una sensación de pánico que invadía mi corazón, precisamente a causa de la extraña calma en la que vivía en esos momentos. Me di cuenta, entonces, de lo anodina que llegó a ser su vida; era un don nadie que solo se crecía ante mi presencia. Cuando me manipulaba se sentía poderoso y, como suele ocurrir con el poder, siempre deseaba más. Sus principios morales eran inexistentes; del choque diario con su propia pequeñez, salió cadáver. Él sabía que por sí mismo era incapaz de alcanzar un objetivo, pero su capacidad manipuladora le permitía llegar a su meta gracias a méritos ajenos, los míos. Una ambición que, como la droga, le producía una especie de adicción. Se creía perfecto. Siempre hacía hincapié en mis errores cuando decía algo, ponía de relieve mis defectos y me ridiculizaba con sarcasmo. Después se disculpaba delante de los demás y decía que había sido una broma. Se dedicaba a juzgar a los demás pero no se miraba en el espejo si no era para alabarse a sí mismo. En definitiva, él era mientras yo estuviera delante, me necesitaba para creerse alguien. Al redactar la nota, dejé de odiarle, me acordé del principio de Hanlon: «nunca atribuyas a la maldad lo que puede ser explicado por la estupidez».
Me dio lástima y eso transmití. He de reconocer que mi venganza fue hacer público el motivo de los dos pequeños tatuajes que llevaba en los lóbulos de las orejas: una L en el izquierdo y una R en el derecho, así no se equivocaba cuando se ponía los auriculares. Lo incineraron y pedí a su familia parte de sus cenizas.
Cuando llevé las cenizas al puente de la autopista se me cayeron a suelo. El recipiente se rompió y no pude tirarlas como es debido. Nervioso recogí lo que pude con las manos y lo esparcí por la barandilla, el resto simplemente lo aparté con el pie y el viento se lo llevó. Ese día, a pesar de que había un cielo azul de esperanza, yo no lo veía así. En ese momento recordé una frase emblemática de Roy en la película Blade Runner: «Es toda una experiencia vivir con miedo, ¿verdad? Eso es lo que significa ser esclavo».

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Entretenido relato. Es muy cierto que en muchas ocasiones los más vacíos se crecen menospreciando a los demás. Si no tengo valía personal lo consigo humillando a alguien.
Me gustó lo de la bilocación, le dió un toque de ficción al relato . Y el toque de humor negro cuando se le caen las cenizas, después de la buena intención del personaje principal y narrador.
Un abrazo :hugs:

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Toda tuya… Gracias

Ooohhh… paso de la adrenalina al escalofrío! Bilocación "jajajaja… Impresionante lo que puede hacer la mente humana en estado de…psicopatía?aguda?.Trastorno bipolar y personalidad,paranoia esquizoide ejemm algo más??.."como podía haber estado en dos sitios a la vez. Busqué información en foros de parapsicología hasta encontrar una respuesta que me satisfizo. No se lo expliqué a nadie/ extraordinario cada detalle… también me gustó, como fuí comprendiendo,abriendo de a poco el relato lo cual lo vuelve mas atrapante aún. (Me estaba por hacer un café, pero tengo que volver a prepararlo… “mi otra personalidad” quedó atrapada en este relato):grin:
pos data:Quiero otro!

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Jajaja Victoria, estoy por invitarte a un café ‘virtual’ …
Gracias y pronto irá otro.
Saludos
JL

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Muy bien. Aguardo con ansias otro relato.
Ah! Y me quedé reflexionando los estragos que puede producir la baja autoestima, como la del personaje de ¡Alehop!
Algo que amo de las letras es que siento que me voy reinventando… que realmente uno puede reformarse, reconstruirse a través de ellas.
Justo estaba comenzando escribir sobre eso.Un saludo José Luis!

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He llegado para leer de tirón las 4 partes.

Es un relato muy inquietante y con una carga psicológica tremenda. Genial para mantener el interés.
El personaje y narrador de tu relato es una persona que está viviendo un tormento bajo la mano opresora… entiendo que de su pareja. En este caso también se trata de un hombre. Está viviendo “lo que significa ser esclavo”.

Por otra parte el relato va más allá creando una atmósfera psicológica agobiante en la que el sueño se mezcla con la realidad. Incluso esa “bilocación” podría ser real o no.
La separación de los dos personajes resulta… o a mí me resulta difusa. Ha habido momentos que he sentido que más que enfrentarse a otra persona real, lo que hacía era enfrentarse a sus propios miedos y a su necesidad de huir de sí mismo. Incluso podría ser que los dos fueran uno… Él enfrentándose a su propia autodestrucción. Igual le he dado más vueltas de las pretendidas pero para mí… repito… el relato tiene tal profundidad que podría admitir la doble lectura.

Llegamos al final… tremendo!. Él a punto de desaparecer en el abismo. El maltratador (o una parte de él mismo) es el que finalmente cae al suelo desnucado… muerto. En la imagen que nos narras no parece que se caiga al suelo porque sí. El protagonista reacciona al acoso… al abrazo… y grita, ríe… ¿quizá también empuja?.
El final es la liberación. La imagen de las cenizas es muy buena y con un significado muy potente.
¡Alehop!.. piruetas del destino.

Muy bueno!:clap:t3:

Gracias Galilea, me he sonrojado leyendo tu interpretación y comentario.
Es curioso que no eres la primera persona que los ha visto como pareja. No lo escribí con esa idea, sino un par de amigos o conocidos, sin más.
Me ha encantado la posibilidad de ‘que los dos fueran uno…’
Gracias y tengo muy en cuenta tus comentarios.
JL

Esa bilocación para este final ha sido una puntada genial.

Mucho por decir sobre tu relato. El plot principal me parece muy atinado. Yo veo también, como otros, a una pareja en una relación tóxica, uno digamos normal y otro con el corte sicológico narcisista. Un abusador y un abusado.

Por otro lado, me da la sensación de que el relato deja algunos agujeros sin rellenar, lo cual puede ser una omisión involuntaria del escritor o puede tener intencionalidad para dejar en el misterio ciertas cosas y dar paso a la mente de cada lector para que rellena esas partes.

Esa bilocación no la vi venir, no la puedo hacer casar de inmediato con nada de las partes previas. Quizá debo leer todo con calma de nuevo.

Ese posible homicidio, involuntario. Es el personaje abusado el que en algún momento hizo algo para provocar la muerte del otro, voluntario, involuntario, o una acción que vino desde el incosciente para librarse de la relación opresora.

El plot principal, si bien no es novedoso, la forma de relatarlo y describirlo y mostrarlo a lo largo de todo el escrito, es muy intensa, y especialmente la parte 3a me parece una pieza maestra de todo el relato, es casi una prosa poética, pues tiene mucho lenguaje retórico de una riqueza gramatical muy destacada.

Me deja un sabor, no tan intenso, pero suficiente, como el del realismo mágico de Murakami. Aunque Murakami, por supuesto es un maestro de la materia, en el sentido de que nos imbuye en un laberinto sicológico, donde el sueño y la realidad se mezclan y se hacen difusos, ya no sabes dónde está la frontera. Queda para mucha interpretación. La obra maestra de Murakami en ese sentido (aunque no le he leído todas sus obras), es la “Crónica del pájaro que da cuerda al mundo” y casi a la par de esa “El fin del mundo y un despiadado país de las maravillas”.

Muchos aplausos!

Es un relato muy destacado!

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Gracias por tus comentarios, los tendré muy en cuenta así como las recomendaciones de lectura.

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Eso es…! Murakami crea mundos oníricos y filosóficos que se confunden y no tienen una línea clara que los diferencie de la realidad. El relato de @jregojo tiene ese punto de realidad e irrealidad. Filosófico y también mágico ahí donde incluye la bilocación.
De Murakami yo leí “Kafka en la orilla” y es toda una explosión onírica. Me encantó. De él he leído también “Tokio blues”.

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Hola @Galilea
No he leído “Kafka en la orilla” todavía. “Tokio Blues” es el que estoy leyendo de él ahora :slight_smile:

Te recomiendo bastante el de las “Crónicas del pájaro…” y sobre todo la primera que leí de él : “1Q8 4”

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Tokio Blues con la melodía de fondo de los Beatles…:wink:

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