…Y naciste una noche
de un frío febrero.
Florecilla aterida y silvestre
que despide al invierno.
Temblando desnuda
asomaste a la vida
tan valiosa y tan frágil
como piedra preciosa.
…Y naciste
como nacieron las nubes,
los árboles, el río, las aves,
los verdes trigales.
Y abriste tus ojos curiosos
de limpia mirada
…y te llamaron Rocío.
Y cuando te nombro
tu nombre me sabe a marisma salada
a hinojo y tomillo
de la orilla de un largo camino.
De remotas fuentes, me sabe a agua clara
de una fría mañana.
Y digo Rocío
y tu nombre me huele a pinares,
a dunas de arena, a flor de retama
y de jara,
a espliego y romero silvestre
a brisa salobre de mar
y a lirios azules de agua
en la limpia alborada de abril.
Tu nombre…
beso de la aurora,
agua cristalina que tiembla en las hojas
de un naranjo verde con
blanco azahar.
Y digo Rocío…y salpican tus gotas
mojando las briznas de hierba.
Y las amapolas
dibujan tu nombre con letra encarnada.
Y digo Rocío
y en mi alma tintinean las gotas…
…de tu tierna mirada.
Que bonita y alegre florecilla, tan pizpireta ella, bajo el hermoso lienzo que con tu paleta de coloridos, naturales y fragantes versos nos la presentas, que siga siendo tu bella inspiración, amiga!!!
Poesía que derrama felicidad por los cuatro puntos cardinales, así debería ser siempre la vida, una celebración interrumpida únicamente por los sueños. Mis felicitaciones para la joven abuela y para todo el entrono familiar de Rocío , —bienvenida al mundo.