No lloro, no,
no merece la pena.
Aprieto todo el llanto
piso con pies desnudos.
Absorbo todo el barro…
Lo convierto en dique seco, me cuarteo
y me atrinchero entre sus grietas.
No, ya no lloro, no.
No merece la pena, me repito.
Pero mis pies…
siguen desnudos en el charco.
(También llueve en las trincheras.)
Foto: Joaquín del Val. Río Guadiamar, Sevilla
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La vida es una corriente de agua que se marcha, sentimiento de mil desgarros en tu estupendo poema. Un abrazo gordo.
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Qué duro… me ha dejado un poco con el cuerpo triste. Precioso e intenso, @mariaprieto! Un lujo leerte siempre.
Abrazo!
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Siempre intensidad y lirismo. La trinchera ,la resistencia, la vida misma y esa lluvia, esa honda tristeza … Gracias por esa resistencia, esa honda “saudade” que llamamos vivir.
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¡El final me encantó, me encantó!
Y colocas ese paraje árido, que parece que espera sediento por tu llanto.
¿Metáforas de sentimientos y climas?
¡Es una belleza!
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Me encantan estos poemas de amor por un lado y desamor por el otro, muestra la tristeza y desencanto en su máxima expresión. Muy bueno amiga. Abrazos para ti
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Sentimiento puro, hermoso Maria!
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Mil gracias, amigo! Otro abrazo para ti, mi querido paisano!
Tiene mucho barro encima… Gracias, amiga y muchos besitos!
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Gracias, mi Horten! Un abrazo fuerte, amiga!
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Sí, es duro…
Muchas gracias por venir a leerme, compi! Un beso enorme, Ze!
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Qué bien lo has definido, poeta! Eso mismo, esa honda saudade que llamamos vivir…
Una frase preciosa!
Gracias y un abrazo fuerte, amigo.
Gracias, amiga! Ese paisaje de la foto es el sentimiento del poema…
Besitos fuertes, Alda!!
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Así es, amiga. Y es que hay días demasiado intensos también.
Gracias, amiga y muchos besitos!
Muchas gracias por leerlo, Varimar.
Abrazos de vuelta para Argentina!
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Gracias, Pablo! Siempre me alegra tu llegada, un abrazo, poeta!
Tiene muchas lecturas esa frase. Es lo mejor que le puede pasar a un poema. Te felicito, como siempre, por tu precioso escrito, amiga. ¡Abrazo grande!.
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¡Excelente! Hay hierro y otros metales que se amalgaman en cada latido tras la trinchera. No muy lejos, el sol o la luna, despertarán su brillo.
Encantado de la grieta.
¡Un gran saludo!
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