Aquellas navidades de antaño
de zambomba, almirez y pandereta.
Con la ilusión rebosando en mis ojos de niña.
Aromas de musgo fresco entre mis manos ateridas,
degustando, golosa, el sabor del turrón
y un fuego acogedor crepitando en el hogar.
Ayudando a mi madre a colocar
aquel viejo belén de figuritas de barro
que, amorosamente, había que curar
de las fracturas del tiempo.
(Entonces, no había árboles que adornar…)
Esa niña que fui, noche tras noche
miraba al cielo y, temblando, rogaba
que no lloviera aquella noche mágica
buscando en el cielo la estela brillante
que guiara a aquellos magos extraños
a encontrar el camino de mi casa
y deslizarse por la chimenea, aún humeante.
…Y todavía la busco mirando el cielo
preñado de estrellas diminutas y brillantes…
pero no la veo.
Diciembre 2024
Mi foto: Belén en Villa Real de Santo Antonio.Portugal.