"Por el bulevar de los sueños rotos
Pasan de largo los terremotos
Y hay un tequila por cada duda…"
(Joaquín Sabina)
Por el bulevar de los sueños rotos
pasea la tristeza con la melancolía.
Gota a gota, chorrea el desencanto
en las fachadas de vetustos
canalones enmohecidos.
Reina la desazón en la mirada
y la desesperanza permanece
clavada y silenciosa en una esquina.
Antiguos y oscuros soportales
guarecen el vacío de los sueños olvidados,
entre cartones y maullidos de pelea
de los gatos callejeros.
Por el bulevar de los sueños imposibles
se escapan ilusiones prendidas en el pelo,
sueños mojados lentamente
por una lluvia oscura, indiferente.
Y caminas solitario recordando
tus lejanas melodías de la vida.
Cuando aún, las ganas te retaban.
Cuando aún, la mirada no se hundía
en la neblina fría
de una mañana cualquiera de diciembre.
Cuando aún…eras tú…
Ahora, los duelos y audaces desafíos
se escapan por ventanas y balcones
suspendidos, ajenos a este ajeno bulevar.
Tu cuento, jamás será contado
entre las páginas de cuentos
que no te pertenecen.
Y te ahogas, por los bares del destino,
en el vaso de un tequila
barato, cruel y despiadado.
Los deseos incumplidos y las dudas
se van por la avenida
repleta de atractivas papeleras con colillas
a medio terminar,
con restos de carmín y de ansiedad.
Y aunque brillan, están sucias las aceras…
y los interrogantes…
se escurren impacientes de tus bolsillos rotos
(sus añicos invisibles pinchan las ruedas giratorias
de la felicidad)
mientras suenan acordes destemplados
en un acordeón desvencijado.
Esas veladas clandestinas se rindieron muchas veces
a las letras desgarradas de la Vargas.
Esa Chavela trovadora que olvidó su alma cansada
en estos rancios bulevares
de las noches canallas de Madrid.
(La sombra de Sabina con su sombra
se pasea por garitos y tabernas
de sus frías madrugadas)
Y te recuerdan su canción:
“¡Quién supiera reír como llora Chavela!”
Un poso de amargura,
reposa lentamente en el alféizar
de una ventana gris y descuadrada
bajo la luz de una farola rota y macilenta.
Y el viejo bulevar
se burla de tus sueños destruidos,
del miedo y del dolor
en una nueva noche en vela
de desconsuelo, de excesos…y de alcohol.
(El título y los entrecomillados son de una canción de Joaquín Sabina. Este poema se publicó en el antiguo Poémame, está actualizado después de algunas correcciones.)
Pintura: “Madrid”. Modesto Trigo