Me llueves tormentas,
yo sin paraguas, sentado;
tomando un café amargo
en la pieza oscura de mi alma.
Donde suelo encontrarme con tu recuerdo.
Me diluvias
arcas de animales sin pareja.
Yo sin báculo, sin milagro.
Desteñidos mares rojos,
resucitados mares muertos.
Palomas al viento
que nunca regresan.
Me queman tus soles,
yo sepultado
en arenas del Sahara.
Soy castillo de arena sin torres
y sin dragones.
Sin el aposento de la princesa.
Sin ogro
y con los enanos crecidos hasta el techo.
Me pides un deseo,
yo de mal genio
sin lámpara maravillosa.
Hadas madrinas
sin alas ni varita.
Merlín sin su chistera.
Conejo sin pata de la suerte.
Me pides un beso,
dejé mis labios en el armario,
el de letras sin abecedario.
Me llueves tormentas . . .
{ y yo sin barca en un mar sin planeta }
“Me queman tus soles,
yo sepultado
en arenas del Sahara.
Soy castillo de arena sin torres
y sin dragones.
Sin el aposento de la princesa.
Sin ogro
y con los enanos crecidos hasta el techo.”