Las noches del Sur son lentas y extendidas,
de precipicios umbríos a lo hondo,
de cimientos profundos excavados
en las fronteras del sueño y de los días.
Las noches del Sur se alargan infinitas
en intensos suspiros de nardos y jazmines,
como fuegos fatuos de olas y de gritos
que oscurecen la sombra en las esquinas.
Son piel y algarabía de estrellas y veranos,
abierta herida en la caliente madrugada,
cuchillos que abren los susurros y el silencio
entre callejas de bronce y guitarras desprendidas.
Las noches del Sur se esconden en jardines,
recoletas figuras ondulando surtidores
y se beben sus lágrimas de incienso y de glicinias
en un cáliz de plata y luminarias encendidas.
Las noches del Sur son visillos que flamean
en la brisa cimbreante del arraigo y el olvido.
Caballos que galopan y huyen de sí mismos
entre la tarde moribunda y la mañana adormecida.
En azahar se bañan y brindan a placer,
entre risas sonoras abarcan las plazuelas
con rumores de aguas y de pasión ardiente
que se quema en el cerco de la luna llena.
Las noches del Sur se escriben en voz alta
con versos de poetas sangrados en el alba…
de letras ebrias, de rastrojos quemados,
de ángeles barrocos, sangre de terciopelo.
…Y te persiguen y te abrazan en silencio,
revolotean ausentes en los límites del cielo
cuajadas de misterios y de sombras
como un pozo insondable de soledad…y de deseo.
Que intensidad, todo un reclamo para perderse en las cálidas noches del sur con toda su magia, su duende, su arte, toda una inspiración para tus bellos y seductores versos, amiga!!!
Me apetecía mucho hacer un poema así, que se sale de mi línea…y he disfrutado haciéndolo. Eso es lo importante.
Gracias, mi compi! Sigamos adelante!
Besitos fuertes!
Las noches del Sur son visillos que flamean
en la brisa cimbreante del arraigo y el olvido.
Caballos que galopan y huyen de sí mismos
entre la tarde moribunda y la mañana adormecida.
Bravo, Bravo, Bravo.
Que talento para escribir. Que metáforas tan bellas que invitan a viajar en tu imaginación.