(Una mirada a un cuadro).
"A veces, las pinturas son como venas de algo vivo que nace a partir de que puedes descubrir su presencia”
(Edward Hopper)
…
Habitación vacía
y un día radiante,
de sol estampado en la pared.
Por su puerta abierta,
de par en par, se cuela el mar
sin soplo de brisa
que ondule visillos
que no existen.
Línea nítida a dos mundos…
mar y sol.
Blanca frontera los separa,
dos espacios sin tiempo.
(Abruma el marco de luz en mis ojos,
se me inundan de vacío).
Sentadas,
sobre un suelo amarillo,
reminiscencias de una soledad
geométrica y perfecta,
de ángulos obtusos
en su sombra diagonal
tapando las ausencias.
(Me retumba el silencio
desde el azul marino).
¿Quién rodeó a la vida en este cuarto soleado?
¿Acaso fue la muerte?
Al fondo,
aséptico e inerte,
un cuarto amueblado
donde no duerme nadie.
Nadie.
Solo recuerdos.
Solo quietud inquieta,
viva o muerta
…y es como caer
en un agujero negro
y profundo,
pero en blanco, claro
y puro.
No hay nada más.
(Tan solo yo).
Metáfora de silencio
y soledad.
Agosto 2022
Pintura: “Habitaciones junto al mar” 1951.
De Edward Hopper, el artista estadounidense que convirtió en arte la soledad. Sus obras de realismo impresionista son más actuales que nunca.