Un día gris de otoño
la lluvia atomizada pretende representar
la muerte de una parte de algo.
Timoteo se tumba sobre la húmeda grama
En sus ojos leo la incomprensión
de la extraña relación hombre/máquina.
(El vínculo hombre/animal se rompe
el mismo día que el hombre come
el animal criado con esmero.)
Es allí cuando nace la sangrienta
e impúdica concepción de instrumento.
!Nunca le hice una elegía a mis maquinas¡
a las propias, a las elegidas, a las que inventé.
gozoso se la haría, a la mano proxeneta
que las violenta en mi ausencia.
Tenía una enfermedad terminal.
—El tractor—
Timoteo es sano como un tigre.
(recordé que no se le puede hacer elegías a los tigres).
Ahora estoy cobrando por hacer cosas
por las que antes pagué.
Cable, gasoil, batería, timidez y arrogancia.
voy construyendo mapas lógicos.
—No le hagas una modificación , hazle una cruz.
Dijeron los expertos.
Equivalente a la extrema unción
(en lugar de la necesaria transfusión.)
El oído humano sabe cuando un sueño
y un motor están buenos,
por la frecuencia del ronquido.
el silencio en una máquina
es evidencia trágica de olvido.
Y el silencio en el que duerme, es sinónimo de pesadillas.
¿Quién soy yo para cambiar el destino de las máquinas?
La niebla en la laguna me confunde con Timoteo.
—Pobre perro, atado a un cable
en un tractor hecho cadáver.
Y un holgazán, tirado a las dos patas del perro.
(somos igualitos).
—Chatarra es un ser que sin arriesgar la vida se rindió—
la máquina responde a mis preguntas
esta consciente
hoy es día de resurrección…
Sin buscarlo, siempre tenemos un día para la “resurrección”, (lo sé, lo he vivido). Me impacto: “¿Quién soy yo para cambiar el destino de las máquinas?” a veces nuestra relación hombre/ maquina no es tan alentadora cuando se convierte un arma de nuestra propia desdicha y hay que “cambiarle el destino” y en silencio son presagio de una “elegía”.
Cada vez que leo lo que escribes me sorprendo por tu lucidez y acierto para decir lo que quieres , sin rodeos ni llorisqueos.
“(El vínculo hombre/animal se rompe
el mismo día que el hombre come
el animal criado con esmero.)” Y este pasaje es tan contundente, tu hija se emocionará con tu claridad.
Por ultimo, con respecto al tractor estaba desahuciado pero todo lo que tocas lo conviertes en oro, esto no fue una elegía, fue una “resurrección”. Timoteo como siempre se siente orgulloso de acompañarte en tus andanzas, en tus momentos cumbre.
¡Increíble! No es fácil hacer una abstracción lírica hombre-máquina. Ese arte solo es posible por tu alta consciencia metafísica, tu alto compromiso lírica con ella… Un abrazo grande, mi amigo Domingo.
¡No será el primero, ni será el último! A veces hay una comprensión en ellos más allá de la que nos atrevemos a admitir.
Me recordaste una conversación de pueblo:
-Mataste a “La Blanca” - dice la hija a lágrima viva - No comeré.
-¡Pero si casi todos los días comemos pollo o gallina! - dice la madre.
-Ella no era una gallina, era “La Blanca” - contesta la hija, con total seguridad de que se ha explicado claramente.
…solo Dios sabe!
¡Pasa con frecuencia! (aun cuando muchos no pensamos que nos veríamos “en esas”)
Magistral, me ha parecido magnifico, entre humor y realidad , bien dicho y tan poéticamente humano que junto con la foto me he dicho que este sitio “poemame” esta lleno de maravillas !!!
Agradecido Héctor por la antorcha que dejas en los caminos para iluminarlos, es mucho lo que debemos absorbr de ti para incursionar en metapoesia, saludos.
Como todos tus poemas… éste que quedó genial. Llega y se disfruta.
““El vínculo hombre/animal se rompe
el mismo día que el hombre come
el animal criado con esmero.””
como dijera Hamlet…: >Nosotros cebamos a los demás animales para cebarnos después…, y servimos luego para engordar gusanos… El Rey obeso y el escuálido mendigo son dos platos para la misma mesa… ¡Ese es el fín!>
Eso no lo dices en el poema, pero me lo recordó… Al igual que <Las Ruedas de mi carreta. Si a mi me gusta que suenen,… ¿Pa qué las qiuoero engrasadas…? Tmpoco lo dices , pero también tu poema me hizo pensar en eso. A veces los lectores con nuestra imaginación vemos las cosas diferentes muchas veces… a lo que quiso decir el poeta o el escritor.
Disfruté mucho tu obra, querido amigo
Abrazo
No suelo exagerar cuando hablo en serio, mucho menos soy capaz de halagar para que alguien se sienta “halagado”, soy sincera, cuando digo algo lo digo con mí cerebro y corazón bien puestos.
Cuando digo que todo lo que tocas lo conviertes en oro es porque lo he experimentado con mí propia vida, desde que llegaste a mí todo se convirtió, comencé a vivir con propósito, hacer cosas que antes temía hacer, a disfrutar lo que me mostrabas ect. Así que lo que digo lo digo con toda mí conciencia