Un corcel
es el hombre inspirado,
que galopa con frenesí
en la miel encendida
de los trigales,
bajo un cielo ardiente
de promesas viajeras
en los algodonales
de las nubes.
Pincel indomable,
de crines que dibujan
el sueño de los niños
en las cometas del cielo;
que agitan el lienzo de la paz
en un hálito sereno,
azulando la piel
del horizonte.
Caballo atiborrado
de manceba energía;
ornado de sobrenatural
encanto.
Los prados te saludan,
y las flores se recogen
para ceder tu paso.
Entre cauces y montañas,
eres fuerza y osadía.
En el brillo
de los ojos imaginarios,
vibra tu colosal estampa;
Uff, pura poesía es tu obra, querida Silvia. Me da gusto pasar por tus letras. Abrazos poéticos.
“Pincel indomable,
de crines que dibujan
el sueño de los niños
en las cometas del cielo;
que agitan el lienzo de la paz
en un hálito sereno,
azulando la piel
del horizonte.”
Cuánta alegría me das, Lucía, con tan lindas palabras… siempre es un bello estímulo la sensibilidad de la lectura de otro poeta!
Un cariño grande, poetisa!!
Gracias, querida @Minada!
La inspiración es como ese corcel que nos lleva de una tierra a la otra, en busca de nuestro propio ser!
Un cariñoso saludo, compañera!
Qué linda sorpresa tenerte por aquí, poetisa de girasoles!
Me alegra, de veras, que te haya gustado…me he inspirado en la inspiración ( valga la redundancia)
Abrazo, compañera!!