Esas fisuras incólumes
en el crepúsculo que se agrieta,
el enlosado fúnebre del cielo,
los baches del zanjado viento,
el tráfico pesado de golondrinas,
el ululato del sol
que otra vez, como tantas veces,
de poco en poco se muere;
los horadados ojos del silencio
que se abren,
el guiño sin aliño del dolor,
la umbría sombra del tiempo sombrío
con su luz negra intermitente
tañen los pétalos de la malva,
las bisagras del recuerdo
abren las puertas a los tiempos difíciles
que se están yendo y dejando
su estela de sangre:
el polvo de la sangre,
la herida de la sangre,
la sangre de la sangre,
y el olor discordante y estridente de la sangre
las campanas se inauguran y auguran
el comienzo de la primavera primera,
y doblan tales campanas
por un millar de millares de hojas muertas
[ menos una ],
repican los segundos de cobre y cobalto
por una infinitud de instantes que desfallecen:
los buenos,
los malos,
los peores
sufre el sauce y llora
[casi implora],
se regocija el cedro
y junto a la pletórica jacaranda
canta
con su voz de júbilo nuevo
la noche se aproxima
para borrar el rastro del llanto
para borrar las huellas del invierno
para sepultar las hojas muertas:
y quizás amanezca
y quizás resucite el sol
y quizás la esperanza
y quizás el amor
y seguro el amor…
Hermoso, @AljndroPoetry . Así es… que llegue esa luz, esa esperanza y ese amor que necesitamos tanto en este mundo en un hermoso amanecer…
Un abrazo, amigo
Que bella descripción y que intensidad les das a los versos con esa insistencia y diversidad lingüística para asegurar la llegada pletórica del amor, amigo!!!
Aplaudo tu poema, estimado amigo Ale.
Las grietas de los crepúsculos son tales, tan innumerables que todo se confunde y ya no se sabe en éstos tiempos que hoy vivimos, por qué y por quién redoblan las campanas, quiénes son los buenos o los malos…; Los unos por la ceguera y sus silencios, como si nada les importara…; y los otros por rozar entre lo malo y lo peor quedando inclasificables…
La humanidad tiembla y sufre grandes riesgos por las locuras que no encuentran tranquilizantes y la pone al borde de los abismos insondables dónde yacen el amor, las esperanzas y la paz se aleja de todos los horizontes… Solo nos van quedando quizás que nunca llegan, pero soñando con un nuevo sol y noches con luz de luna inspiradora de renacimientos…
Tu poema intuye grandes reflexiones.
Fuerte abrazo