Un sentir ocupado
salvando distancias
y a veces perdido en otros
que aparecen sin permiso
ni causa;
una piedra en la silla
y una galleta en la cama,
el brazo que sobra
y la cadera que se duele
sola y a oscuras;
una imagen
en el pensamiento
repetida rompe el cuerpo
y lo aísla
sin querer y mucho;
una voluntad quebrada
en la culpa
y el miedo a escribirse,
herencia
en un mismo contexto.
Y los días suceden en los pies.
Maravilloso volver a leerte 
Saludos
¡Excelente, Marta @Tali!!!
¡La parte que destaco me “pegó” sobre manera"!
¡Maravillosa propuesta!
Recibe mi cariño y mis aplausos
Gracias, Alejandro! 
Te recibo agradecida siempre!! Esa parte que destacas es la que pega fuerte aquí… Besitos! ! 
Hay una cierta complicidad, lo que la mano ayuda, está también, lo inevitable que nos hace la movilidad del ser, independiente de nuestro estado.
Me ha gustado!!!
Saludos, Marta.
Hermoso, Tali!! 
Me gustó el poema, amiga Tali, por lo intuitivo y abstracto del mensaje.
Ese último verso, puede interpretarse de muchas formas y todas las que he pensado son válidas.
Abrazote
Un poema exacto al momento que se escribe, me gustó. Me quedo con estos tres, me parecen tan sinceros…
Abrazo
Gracias! un aporte muy especial para mí, Martín, muchas gracias de corazón!
Ai, un honor viniendo de ti, Marina!! Gracias!!
Jo… gracias de corazones, Paco!
Todas son válidas porque hay muchos pies, Pedro… con huellas hermosas como tus palabras! Gracias, poeta!
Y me pasa a veces, Pedro, esa culpa, ese miedo… pero ayer salieron solos… o asomaron la cabeza, al menos. Gracias, mi poeta!
Gracias a ti, Tali
Hermoso poema, Marta. Buen día de lluvia 
Gracias, José Manuel
Profunda introspección, Tali… Y ese magnífico verso final, para coronar el poema:
Pero suceden… y se siguen caminando.
Gracias a ti, querida Tali
Abrazos