¿Cómo hacer poesía sin lanzar mis pedazos al aire?
como lanzo los pedazos de pavimento, al perforar la calle.
¿Como hago un soneto si han borrado los milímetros
que dividían los espacios entre alimento y hambre?
¿Como hacer? cuando un hombre desarmado pretende
convencer solamente con palabras y no consigue el proceder
de justicia sin moneda con jueces humanos que deben comer
y beber los sanos whiskies con aguas escoceses e hilos de Babel
en su humilde bufanda de espantar los fríos invernales en su piel
¿Como hacer? para que el resto de la humanidad pudiera entender.
¿Como hacer que se me olviden las apostrofes
que interrumpen la intemperie de la intensidad del fuego?
¿Como hacer? que en un pleonasmo me consigne
la repetición de historias de proselitismo y ruego
¿como hago? si estoy a medio tiempo, entre un pitazo
y un voto de castigo por la inmunidad eterna del árbitro
como hago con todos estos fantasmas corrompidos,
que hacen fortuna con la premonición de sueños no cumplidos.
Como hago sí un buen día me accidento, y saco mi navaja primitiva
para cortar los hilos del sometimiento y un dardo envenenado me derriba
y despierto en una celda preventiva, donde los hombres son escoria.
Mi cuerpo se convierte en un instrumento flácido y voluble de la historia.
Se construyen mitos y falacias borrables en la plasticidad de la memoria.
¿Como hago? …si hay noctámbulos en mi destino, que perjuran que estoy vivo
y rasgan sus vestiduras por calarse la boina bermellón que no da, pero quita
libertad y un poquito de sí mismo, qué más da un poco de superstición
y una dosis exacerbada de liberación, con los símbolos patrios creando confusión.
Mientras hago mis poemas basados en la causalidad de una presunción fortuita.
Como hacer y qué más da si yo muero esta noche, Varimar y Oscar David organizarán
una colecta, para llevar mis restos al selecto cementerio edificado en recoleta.
Quizás Alejandro Cardenas y Minada escriban mi epitafio, y el viejo Saltamontes
con Mucio Nacud y Maria Prieto harán una fiesta, para celebrar la asunción de un poeta,
desde el infierno los vigilaré y controlaré en término medio los termostatos de los hornos.
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