(Monet se pasó los últimos cuarenta años de su vida retratando un estanque acuático obsesivamente, en particular su lago de nenúfares del maravilloso jardín japonés que diseñó para su casa de Giverny. Pintaba del natural en verano grandes bocetos del estanque y de la vegetación de su orilla, y después, en los meses más fríos, los pasaba a los lienzos.)
No conocía esta historia sobre Monet y me he dado cuenta ahora de que Churchill hizo lo mismo que él años después.
Tras la muerte de su hija de dos años pintó obsesivamente durante cuarenta años el estanque de su casa de campo. Fueron más de quinientos cuadros, que fue regalando a los amigos.
Hay que ver, tirando de un hilo, hasta dónde nos lleva la poesía…
Estoy seguro que @varimar va amar esta serie de shadorma por la trilogía visionaria alusivas a Monet, sin perseguir la rigurosidad del écfrasis. —Un aplauso grande.
P.D. En la madrugada leí y voté por tu cuento Tierra Removida , en terna en “masqueuncuento” te felicito por tan prolija obra.