Llégate a mí,
desmedido
así, tal cual eres
con esa letra proscrita
inyectada de excesos
descolgándome,
de esas farsas mundanas
donde desembarco,
tantas veces
paseando
mis mediocridades
hasta exhibirme,
cruda
fieramente cruda
ante tu palabra
Llégate a mí,
apátrida
así, tal cual eres
desposeyéndome
de ese pecado original
tan egocéntrica
como absurda
haciéndolo mío
es más,
amamántame
entre tus pechos febriles,
con los derrames de “Mallarmé”
incendiando tus pupilas
y la angustia de “Artaud”
lamiendo tus venas
aullidos,
que engullen pesadillas
saciando a tus versos,
hasta descender
descarnada
a esos infernos
donde arde tu poesía
La miel de los perdedores, de los perdidos, de los que pierden siempre…para mi el arte es algo que no te queda indiferente, y estos versos me han hundido en el barro. Aplausos Ana.
Muchas gracias amiga, sí reconozco que es un tipo de poesía que aunque sea descarnada en cierta forma me identifico, miro de soslayo a sus almas dolorosas e inquietantes hundidas en esos abismos poéticos y vitales!!!
Muchas gracias, si son lecturas un poco extremas y desafiantes pero me resultan aunque parezca extraño muy purificadoras, me alegra que te guste, amiga!!!