"Del corazón en las honduras guardo
tu alma robusta. Cuando yo me muera,
guarda, dorada Salamanca mía,
tú mi recuerdo.
Y cuando el sol al acostarse encienda
el oro secular que te recama,
con tu lenguaje de lo eterno
heraldo
di tú que he sido."
(Miguel de Unamuno)
…
Un alma sola y callada,
transita por las calles
de la vieja Salamanca.
Piedra dorada de sol
custodia un paso lento,
que se desliza,
rompiendo apenas
el silencio de cristal
de antiguos miradores
y balcones cerrados…
a cal y canto.
Retumban sus pasos
y arrastran el eco del día
que se va consumiendo
con el paso de las horas,
sin sombra alguna
que los persiga.
Deambulando, vagabundos,
hacia la Plaza Mayor.
Un alma sola…
meditabunda y oscura,
de silueta errante.
Pensadora, existencial,
de bastón y sombrero
respirando la brisa breve
que sopla desde el Tormes
y se cuela insumisa
por vetustas callejuelas
entre altos paredones
de palacios y conventos.
Espíritu libre, sediento
cabalgando lento,
con la “Niebla” en los ojos,
silueta eterna de los días
atravesando el tiempo,
diseminando su recuerdo
en cualquier rincón callado
de la vieja Salamanca.
Y , con su último aliento rebelde,
va buscando el destino de una España
que no entiende…
Abril 2025
(Miguel de Unamuno, nacido en Bilbao en 1864, escritor y filósofo, perteneciente a la Generación del 98. Cultivó todos los géneros literarios: ensayo filosófico, novela, poesía, periodismo y teatro. Fue catedrático de Griego en la Universidad de Salamanca, de la que después fue rector).
Foto del Hotel Helmántico: Su estatua y Casa del Regidor Ovalle Prieto en la calle Bordadores, donde vivió y murió Unamuno el 31-12-1936, en los comienzos de la Guerra Civil española. Allí están grabados sus versos iniciales…