Despegar los pies de la tierra
elevarse en la columna de humo
sobre el cogollo de los campos.
Ignorar el riesgo en la dinámica
del parapente y ver los ríos
formando cruces con los puentes.
Prescindir de la sustancia
volátil y bastarse con la ñinguita
de epinefrina en el vuelo controlado
por el hilo de un relámpago.
Eso, no tiene mayor significado
[si te llamas ave], son los códigos
del viento descifrados por un frágil
papagayo denigrante de su acervo.
Cuando estés en el crespo de una nube
y sientas su hemorragia hecha lluvia,
recuerda que las fosas no se cavan
en el aire y las leyendas son asunto
y privilegio únicamente de los vivos.
Imagina un lugar donde sea imposible
despegar los pies de la tierra.
Sorprendente poema, amigo Ludico.
Muy propio de tu ingenio y acervo cultural. Me encantó
empleaste una palabra que hacía mucho tiempo no la veia: ñinguita
Gracias por el placer de la lectura.
Abrazo
Me ha gustado mucho poeta. Todo el poema es un logro, con imágenes realmente bellas. Claramente hay que volar, es posible en cualquier lugar de la tierra, con nuestra imaginación…
Muchas gracias Lucía @luciagomez1956 por dedicarte en esta lectura y animar mi espíritu con el grato comentario; a veces la altura de los vuelos nos impide darnos cuenta que la tierra nos espera a ella pertenecemos. Gracias por tu visita.
Gracias por tu lectura amigo Pedro, no sé si la palabra “ñinguita” o "ñinga " figura en el diccionario de la rae, me atreví a usarla como referente del acervo propio de nuestras regiones, ya que estamos interponiendo el acervo que un papalote posee en sus distintos instantes el estatico y el dinámico. Gracias Pedro por tu visita.
P.D. ¿ Aún te encuentras en Italia?
La imaginación amigo @Ruache permite volar más alto que un parapente, solo que no debemos olvidar ver qué somos de la tierra y ella volveremos. Gracias por la visita y saludos con afecto.
Muchas gracias Andrés @Escosura , es cierto lo que dices, la imaginación pone alas en el espíritu y hace del cuerpo un instrumento desafiante de los códigos del viento, lo importante es no olvidar que somos de la tierra y a ella volveremos. Gracias por la visita y por el comentario, saludos.
Creo que se usa en toda la cuenca caribeña con mucha frecuencia, acá en Argentina no la he escuchado. En Venezuela la palabra representa un diminutivo de poco, es decir un poquitito (o poquitico ) de algo casi insignificante, también se suele decir: “un chiringuito”. Imagino que un Cuba debe tener un significado parecido.
Nuestra imaginación nos lleva a volar por terrenos aveces inexplorados, lo bueno es que lo único verdaderamente nuestro es la imaginación, el pensamiento, el deseo y eso de algún modo nos hace libre, no hay ser humano que pueda irrumpir en nuestra imaginación.
Obviamente me encantó todo, pero ésto es genial. Me encanta como haces gala de un ilimitado vuelo por tu mente y lo plasmas tan maravillosamente en un poema bien concebido.
Gracias @marttucca por la visita y por ese micropoema que me regalas en el comentario, (dan ganas de seguirlo).
Volar tiene dos efectos inmediatos ansiedad en retornar a tierra firme u olvido del retorno a la tierra. Gracias por visita. saludos.
«…Esta noche dormiré en los tejados para no comprometer a nadie» decía Valera Mora en Masseratti 3.0. Es que cuando a uno le da por volar, vuela con o sin escoba, para eso existe la imaginación. Gracias @Minada por tu visita y amable comentario.
«La imaginación de un poeta más allá de la invención es una forma de representar la realidad» ha dicho @hectorgaibor y yo no me canso de repetirlo.
Hay mucho de cierto en lo que dices que nuestro único acervo es la imaginación, sobre todo si lo asociamos con el pensamiento. Gracias por tu lectura y por el comentario cargado de afecto.