Yo me enamoré de un aire

Yo me enamoré de un aire
que me cuida… como el sol,
y le rezo al aire hermoso,
yo le rezo como a Dios…
Yo me enamoré de noche,
mas la luz me enamoró.
Los luceros de su rostro
son las lunas de mi amor,
y a la orilla de sus labios
la esperanza naufragó…
Yo le digo al aire frío:
«siempre marcha quien volvió,
pero vuelve quien se marcha,
si es que de verdad amó».

¡Oh, pequeña gran mujer,
gran pequeño corazón!

Tiene el aire voz de alondra,
la pasión del ruiseñor,
de una ninfa los vestidos,
de los bosques la canción.
Yo me enamoré de un aire,
de una noche, de un dolor.
De una boca de aire dulce
que solo verdad habló,
y una entraña de inocencia…
¡de ignorar su perfección!
Yo le digo al aire frío:
«siempre marcha quien volvió,
pero vuelve quien se marcha,
si es que de verdad amó».

¡Oh, pequeña gran mujer,
gran pequeño corazón!

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