Hoy estoy triste;
horadando,
acongojando,
la piedra taciturna
de la nocturnidad inerme .
Colgado de la punta de un faro
cuyo norte es el pasado . .
/ ¡ c o n f i e s o _ q u e
y a _ n o _ p i e n s o _ e n _ ti ,
a u n q u e
m e _ g u s t a r í a _ h a c e r l o ! /
y recordar
tus sonrisas de mantequilla,
tus temblores,
tus cosquillas . .
desde una gruta húmeda
de añoranza . .
y recordar
tus labios
que nunca fueron míos,
los besos profundos
que jamás te di;
y las tantas veces
que no galopé
en las llanuras de tu pelo . .
desde el lado oscuro
de mi luna . .
y recordar
las tantas noches de desvelo
que contigo no dormí
en tu pecho de laguna,
en tu ombligo de oasis,
en tu vientre de paraíso . .
desde las llamas ardientes
de mi propio infierno . .
y recordar
las tantas veces
que no fuiste mía,
el aroma de tu cuello
que jamás olí,
los matices de tu espalda
en el claroscuro
de mi alcoba incendiaria
que jamás contemplé,
el doble filo
de tus muslos enroscados
como boas constrictor
mientras mi cuerpo inflamado
no te hacía el amor,
mientras las brasas de tu lengua
no extinguían la hoguera muda
de mi lengua
que no pronunciaba tu nombre.
/ ¡ c o n f i e s o _ q u e
y a _ n o _ p i e n s o _ e n _ ti ,
a u n q u e
m e _ g u s t a r í a _ h a c e r l o ! /
Muy bonito, Alejandro!! Precioso elogio al amor que el destino no quiso porque no se dieron las coordenadas en el espacio-tiempo o tal vez falto el atrevimiento y el impulso necesario…
Un abrazo, amigo.
Sí Paco, esa es la idea central en el poema ciertamente, bien leído. Gracias.
Es triste mirar al pasado y darse cuenta de que lo que hemos amado, jamás ha sido nuestro, es como una traición hecha a nosotros mismos. Tu poesía tiene el conjuro del amor, lo afable de lo prohibido, lo doloroso del recuerdo, la magnitud de lo perdido. Las confesiones acaban por hacernos más maduros, la sinceridad es una musa que alimenta al poeta de su valor y da vigor a sus palabras. Sin duda un gran poema. Eres grande, amigo. Un saludo.
Es triste mirar al pasado y darse cuenta de que lo que hemos amado, jamás ha sido nuestro, es como una traición hecha a nosotros mismos. Tu poesía tiene el conjuro del amor, lo afable de lo prohibido, lo doloroso del recuerdo, la magnitud de lo perdido. Las confesiones acaban por hacernos más maduros, la sinceridad es una musa que alimenta al poeta de su valor y da vigor a sus palabras. Sin duda un gran poema. Eres grande, amigo. Un saludo.
Muy enriquecedor tu comentario, muy completo. Se me figura un complemento muy valioso para esta poesía que he escrito. Igualmente para ti amigo, mi admiración hacia lo pulido y excelso de tu poesía y comentarios.