Y tu apareces,
suave y serena,
al cerrar mis ojos y al abrirlos,
al respirar en mi camino diario,
y te llevo de mi mano,
suave y tierna siento la tuya,
y te llevo en mi canción,
en mi suspiro,
y te busco en ese árbol,
en ese cielo azul majestuoso,
te busco en esa sonrisa,
en esa voz,
en todas las noches,
en todos mis cafés.
Y tu apareces,
suave y serena,
apresurada y tierna,
sensual y perfecta,
y es imposible no extrañarte,
porque eres lluvia,
suspiro y anhelo,
mi desespero y
calma,
eres pensamiento
y todo mi momento.
Y tu apareces,
suave y serena,
en mi noche oscura
y en mi día gris,
en mi cuerpo frío
y mi mente ardiendo.
Y tu apareces,
suave y serena ,
locura y mar,
agonía y motivo…
¿será yo aparezco en tu momento?
Y tu apareces,
suave y serena,
y soy aire,
luz, ya,
soy tu piel,
tus labios y cuerpo,
soy tu cabello, tu voz y alma,
soy tu sueño, anhelo y suspiro,
y busco tu hoy.
Y tu apareces,
suave y serena,
y estremeces mi mundo,
y no sé si estoy acá, ahora,
o soy mañana y universo,
pero salgo de este cuerpo,
y mi alma solo siente la tuya,
respiro tu aroma,
fragancia de tu sentir,
y te respiro,
mujer, selva, fuego,
venus, íntima.
Y tu apareces,
suave y serena,
y me pierdo en tu palabra,
delicada, loca y tierna,
me pierdo en tu tiempo,
en tu cielo y mundo,
amiga, confidente, compañera,
noche, media noche, madrugada,
amante, mujer, locura,
amor.
Y tu apareces,
suave y serena,
y yo tan solo deseo ser tu calma
y tormenta…
Seamos tormenta y calma,
juntos,
vida y alma mía.