Dichoso y mil veces mentado mar:
refugio y lugar al margen, a la orilla,
de los primeros y de los ultimados.
El mar, la mar, no le importa,
es madre y es padre, enviuda,
es protector y atacante.
Parecer como el mar
un universo distante al alcance,
un interés que explorar.
Quién pudiera ser un mar,
copiar el color del cielo
y darle la forma que corresponda
a un horizonte confundido,
difuminar mi fin en el antojo infinito,
permanecer por siempre
con la paciencia
que transforma la lápida en tiempo.
Si fuera un mar
tendría un oficio permanente
y el tesón de golpear en todos los frentes.
Y si fuera el mar que aplasta la tierra
sería tan fuerte
que desharía la roca
para convertirla en arena.
Ida y venida sin fin
para traer restos a la playa
que sea el confort del paso de mis hijos,
de sus castillos y sus huellas,
ondas y olas sin fin
para llenar de música el aire
del rumor dulce que perfuma el viento,
del sonido de la paz que duerme a los niños.
Si fuera un mar
sabrían solo con verme
que hay ratos que es mejor no estar conmigo,
que estoy trabajando, que he enterrado a tantos,
sabrían que albergo el peligro,
que mi objeto blando no es abrigo,
que torno la caricia en sal,
un manto de la muerte.
Y si fuera un mar
de mi desgaste sonsacar la lluvia
para responder con tormentas
y la rabia del huracán.
Y si fuera un mar sin prisa,
el mar de la tranquilidad,
no podrías ser otra cosa
que la fiera que acecha, y descansa,
y acecha, e impasible ataca
y descansa
hasta que atrapa.
Si intentara ser un mar profundo
solo parecería oscuro.
Y si evito ser un mar, si huyo,
si intento salir por el otro lado,
nadarlo o sobrevolarlo
temo encontrarme el infinito,
esa infinita fuerza que le empuja
a besar la orilla, a desgastarla,
a convertir la roca en arena,
a convertir la caricia en sal,
a descansar en tierra…
Temo ser tan grande, tan hondo,
temo intentar imitarlo siendo tan pequeño…
si fuera un mar mi destino, único,
sería estar ahogado
en el intento permanente de confundir al cielo,
sin conseguir quedarme a tu lado,
entre la orilla y el horizonte.
No podré evitar ser un mar,
mientras tanto y hasta entonces
intentaré ser un río.
Inspirado de la lectura de Jorge Manrique
Nuestras vidas son los ríos
que van a dar al mar,
que es el morir
Imagen propia