He podido morirme de hastío
de vergüenza ajena
de dolor propio.
He podido morirme
y no.
Sigo aquí, mirando
buscando hormigas por el suelo
esas que minúsculas
se paran a mirarte
retándote a que tengas valor
y las pises sin arrepentimiento
y no.
He podido morirme de rabia
de multitud de engaños
de dolor físico y emocional
cuando me han dicho que si me amaban
y no.
Pero el cuerpo tiene sus leyes
le da por morirse poco a poco
quiere, en ocasiones, ser vino añejo
y te hace pasar por cubas que duelen
sin dejarte morir cuando quieres.
Pienso que se me agría el tiempo
y no.
El tiempo solo duele
cuando el cuerpo descansa en barbecho
sabiendo que no habrá más cosecha.
Y no,
ya no me pongo delante
del monstruo del tiempo
ya no le reto, no.
10 Me gusta
Grande, Mabel
1 me gusta
Muchísimas gracias
1 me gusta
Le agradezco mucho su lectura y su amable comentario
1 me gusta
Qué bonito poema…
Podrías decidir abandonar este mundo.
Y ya no pisar más hormigas ni ser más cuba añeja.
Y no.
Es mejor que sigas regalándonos tus versos.
Y no.
Tus versos no se irán. Permanecerán con nosotros.
1 me gusta
Muchas gracias por su amable comentario
1 me gusta
Pero el cuerpo tiene sus leyes
le da por morirse poco a poco
quiere, en ocasiones, ser vino añejo
y te hace pasar por cubas que duelen
sin dejarte morir cuando quieres.
Pienso que se me agría el tiempo
y no.
Excelente poema !
1 me gusta
Muchas gracias por su amable lectura
1 me gusta