“Duelen tanto las sonrisas,
cuesta un mundo respirar…
y siguen rodando por allí
todas las palabras que dijimos
y los besos que nos dimos” ~ Shakira Mebarak
Era un día gris de otoño . . .
[porque las cosas tristes
es mejor que ocurran en un día gris]
tu partida
siempre me ha sabido
a la melancolía gris
de un día otoñal
que se quedó a vivir
en el verano de mi memoria.
Contigo las estaciones
se volvieron locas;
nunca vi quinientos
días de verano
sonreir estrepitosamente
mientras se alojaban
secuencialmente
en las hojas de un calendario
que hasta hoy,
es el calendario más dichoso
que he conocido.
Y hasta hoy
mis días siguen siendo
de verano invernal;
─ sin contar lo infernal ─
pues al recordarte,
un sol brillante
llueve sobre los árboles
que plantaste
en un bosque de alegrías
que crece
en la línea imaginaria
que separa la realidad
de una vida de sueños
que abdujiste
en tu nave espacial.
El mismo sol
que huye despavorido
ante las nubes cargadas
de aguas dolientes.
Y brilla la tempestad
con su intensidad
resplandeciente,
regando a su paso
todos los árboles
que guardan
cada instante de felicidad
que viví contigo.
Uno en cada hoja,
uno en cada flor
y dos en cada fruto rojo.
Dicen que las palabras
se las lleva el viento . . .
pero las tuyas
deambulan como espectros
en las esquinas rotas y solitarias
que abundan en mi casa.
A veces
trato de conversar con ellas,
pero ya nunca responden,
solo recitan incesantemente
todas las promesas que nos dimos.
Dicen los amantes
que los besos
quedan tatuados
en aquellas pieles
que tanto se han amado . . .
pero los tuyos
no son quietos trazos y grafos
ubicados
en latitudes y longitudes específicas
de la geografía de esta fría piel
que me dejaste
cobran vida cada noche,
y me recorren
desde los rincones
donde fueron plantados,
recorriendo extremidades,
curvas y recovecos
hasta llegar al acantilado
del corazón cuyas cascadas
de amor por ti siguen fluyendo
con portento…
y se zambullen allí,
se bañan, se ríen,
y me recuerdan
que alguna vez me amaste.
Y hay oxígeno
hay mucho oxígeno
en ese aire
que todavía huele a ti,
pero a mí,
me cuesta un mundo respirar.
/photo by Marta Syrko/
Poesía de Alejandro Cárdenas
(poema escrito originalmente en junio/2017 en el antiguo Poémame)