Cinco mil millones de fogatas
encendiendo la noche.
Abajo la tormenta.
Nuestras voces,
el tiempo.
Las gotas contra todo.
Contra todos, las botas,
pero ese es otro cuento.
Lo cierto es que llueve,
desde hace tanto…
Caminos que por el monte
llegan hasta la cañada
para buscar el mar.
Y yo hago un barquito
de papel de fumar,
y me lanzo a la aventura
de encontrarte, quizá…
Pero no sé quién eres.
Detrás de que rostro
te escondes, de que risa.
Y yo sigo buscando
sin saber.
Cinco mil millones de fogatas
encendiendo la noche.
Abajo la tormenta.
Voy partiendo al encuentro.
Y me mojo los pies.
Y busco tu perfume.
Y te sueño en el viento…
Y la lluvia.
Y la lluvia sigue cayendo…