Y al interior

Se apaga la tarde
y con su rostro de ocaso
hace una mueca triste
que va extinguiendo
la mecha del candil del sol.

Y al interior,
el horizonte se desdibuja
y se hacen disformes
los recuerdos brillantes
de una vida pasada
  /quizás imaginaria/.

¿Se apaga la tarde
  o me apago yo?

  ¿Hace ocaso el día
    o acaso me crepúsculo yo?
   



[ img propia ~ AI ]


Poesía de Alejandro Cárdenas

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Qué bien se acompasan los versos con la foto. La naturaleza está en el interior y el interior se refleja en el horizonte. Saludos, Alejandro.

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Siempre agradecido estimado Rafa.
Eres bienvenido poeta.

Una simbiosis perfecta entre el ánimo y el paisaje. Esa mirada tiene mucho qué decir…
Precioso poema!
Abrazos, Alex.:hugs:

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La foto hace honor a los versos y al revés
Saludos, buen domingo

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Siempre muchas gracias buen amigo poeta.

Gracias estimada poetisa Mary, muy bien leído. Un abrazo amiga.

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Es muy bueno el contraste entre el atardecer y el propio ocaso del alma. Muy creativo, poeta. :clap: :clap: :clap:

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Poeta muchas gracias por venir y opinar tan positivo. Un abrazo amigo.

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Esa danza perenne entre lo íntimo y lo externo que nos hace dudar tantas veces donde están las fronteras de cada cual, pensar en que un grano de arena o un universo es lo mismo. Y ahí viene la lírica a poner guirnaldas, a edulcorar toda esta duda existencial.

Estupendo poema Alejandro.

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!Maravilloso poema! El sentimiento que transmite la foto esta muy acorde a cada uno de tus versos !! :face_holding_back_tears: !Muy melancólico!

Abrazos poéticos,
:hugs: :hibiscus:

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Excelente tu comentario, plagado de física filosófica.

Gracias por pasar estimado @Yesterday

Ciertamente buena amiga, tiene su buena dosis de melancolía.

Gracias por venir Selene, siempre bienvenida poetisa.

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Pasamos nosotros por el tiempo o el tiempo pasa a traves de nosotros ? es dificil de saber, acaso las dos cosas a la vez?

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Leo este poema a la vez que observo la fotografía y nos fusionamos los tres.
La vida va pasando y no nos damos cuenta, por qué miramos al cielo sin observarnos.
Miramos un explendido cielo con un sol radiante, y sin embargo está diluviando en nuestra alma, o por el contrario observamos un cielo plomizo con el alma plena de felicidad.
Dos miradas distintas. ¿Quién mira a quién ?
Simplemente me queda aplaudirte Alejandro.
Un abrazo.

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Ciertamente Isabel, la de preguntas existenciales que podemos hacernos.

Agradezco mucho tu visita y tan atinado comentario estimado José Antonio. Eres siempre bienvenido.

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Atardecemos en cada atardecer y en el nuevo amanecer; seguimos atardecidos; es un proceso irreversible. Aplaudo —gran poema —

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Gracias buen amigo, siempre es muy grato verte entre mis letras.
Un abrazo.

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El crepúsculo interior…
Precioso :heart:

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