Es bueno sepultar los ayeres en los versos para no volver… Es toda una maravilla de poema mi querida Carmen, besitos y abrazos.
Muchas gracias, Selene. Un beso!
Muchas gracias, querida Sin. Besitos y abrazos!
Precioso poema, amiga Carmen. He disfrutado su lectura.
<…y abriré distancia
de mundo que se apaga
sepultando ayeres
en adentros
sin fisuras perdurables…>
Los ayeres, lo queramos o no,son insepurtables, perviven en los pensamientos, que son maneras de hacernos volver y mirarlos con laesencia de los ojos del alma, aún a nuestro pesar
repasando la historia de nuestra vida… (Así me ha hecho reflexionar tu poesía, y toda poesía que hace reflexionar es de las buenas. Te felicito por ella.
Fuerte abrazo.
Es cierto, Pedro… los ayeres no se pueden sepultar… son perdurables e indestructibles porque ya forman parte de nosotros nos guste o no. Mirar hacia delante es lo único que nos separa mínimamente de ellos… aunque siempre estén ahí. Muchas gracias por tu lectura y por contarme tus impresiones. Un fuerte abrazo, amigo.
Una vez nmás, gracias a ti por regalarnos tus poemas, siempre dignos de ser leidos.
Abrazos.
«volver con la frente marchita… las mieles del tiempo platearon mí sien…» Tu forma de decir “jamás” cerrando el poema, logró un efecto muy convincente. «… pálpito del humo/ pálida presencia» hermosa mixtura fonética, quizás por la isocronía «pálpito / pálida) quizás la distancia entre lo interior ( pálpito) y lo exterior (pálida) con humo y presencia se magnifican por la acentuación. Lo cierto es que hay una constancia en la profundidad de esa negación en volver —gran Aplauso con afecto y admiración.
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Lo importante no es volver. Es saber si vale la pena hacerlo. ¡Maravillosos versos que retan las cicatrices de la memoria para cerrar sus heridas con mil hilos o con el olvido total! Bellas tus letra querida Carmen. ¡Abrazos cariñosos!
Creo que la palabra jamás, por sí misma, es convincente… es irreversible porque no da opción a nada más, por eso es la palabra que ha dado convicción al poema y yo me he servido de ella. A veces, no sé si te sucede, siento que faltan palabras en el diccionario para describir cosas o conceptos, pero en este caso la palabra me ha venido como anillo al dedo. Respecto a las palabras pálpito y pálida me han venido muy bien porque quería conjugar la fuerza y la fragilidad… Pálpito sería fuerza y pálida sería fragilidad… A su vez las he combinado con algo etéreo como es el humo y con algo material como es la presencia… Por tanto: fuerza etérea y frágil materialización (en eso pensé cuando lo escribí). Me he extendido pero es que hablar de las palabras me fascina… Muchas gracias por tu lectura y apreciación, Domingo. Un abrazo.
Qué cierto… es saber si vale la pena… y saberlo es la ventaja de haber estado allí. Muchísimas gracias, Mucio. Siempre es un placer recibir tu visita. ¡Abrazos con cariño, querido poeta!
Nunca dudes en “extenderte” conmigo, extenderme es mí pecado favorito, y extensión es una palabra que me fascina porque no encierra, sino que libera y amplifica y no establece dimensiones. Me gusta mucho detenerme en las palabras, mirarlas de arriba a abajo, escudriñarlas , pero siempre con el respeto de no deformarlas.
Qué bello poema. Me gustó mucho la estrofa:
“y abriré distancia
de mundo que se apaga
sepultando ayeres
en adentros
sin fisuras perdurables”
Y el final es muy bueno. Gracias por compartir.
En la palabra extensión la tensión rebasa el cerco en busca de libertad… yo la veo como una palabra que se descomprime a ella misma y se libera. Eres un gran escudriñador de palabras, Domingo.
Me alegra que te haya gustado. Muchas gracias, compañero. Nos leemos.
Preciosidad de versos Carmen, enhorabuena!
Saludos cariñosos, MM
Muchas gracias, María Mercedes. Un abrazo con cariño.
Maravilloso, Carmen.
Besines miles.
Muchas gracias, querida amiga. Besines miles y abrazo grande.