Voces silenciosas

Hay sonidos extraños en el silencio,
días de llanto e incomprensión,
sentimiento de soledad,
culpabilidad e ira,
recuerdos que por más que lo intente
se niegan a ser escuchados.

El sabor a hiel y metal
es miedo a todo lo que te han robado
y al veneno que,
sin tu permiso,
han inoculado en tu cuerpo y tu mente.

Silencio de que no lo noten,
que nadie se entere,
que no me toquen,
que no me quieran.
El final de la inocencia,
cuando comprendiste que ya nunca podrías ser
la persona que siempre quisiste.

El clamor taciturno,
el sexo sufrido,
no disfrutado,
mórbido, asqueroso.
Y a veces te preguntas:
Por qué no puedes gritar si tanto lo deseas
por qué tanto hay tanto ruido dentro de ti
y, fuera,
sólo silencio e introspección.

Y pasaron los años,
hasta que por fin descubriste
que no sólo tú gritabas,
que se pueden escuchar voces ahí fuera,
que hay seres que te escuchan en tu sigilo,
que no quieren hacerte daño,
sólo ayudarte a levantar todo ese silencio
para que no te aplaste.

*Este es un buen día para reivindicar la labor de la Fundación Rana en su lucha contra el abuso y maltrato infantil.

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Buen poema, compañero. Crudo y cruel, un tema para estar siempre en lucha y alerta.
Saludos.

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Gracias! Es un tema que me toca la fibra.

Saludos!

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