Sí, bien rara es la vida que vivimos,
no pagamos por sueños ni esperanzas,
tardamos en armarla y darle chanzas,
nada más aprender nos despedimos.
…
De longitud y tiempo nos surtimos,
dependemos de fuerzas y labranzas
ya sabemos que las horas son fianzas,
con ellas luz y camino construimos.
…
Porque a pisar el tiempo hemos venido
detendremos el cuerpo fatigado
pues seremos materia sin sentido.
…
Habremos, al menos, aprovechado
la vida que vivir ya hemos vivido
si acabamos en polvo enamorado.
Vaya gran soneto, amigo! A la manera del Siglo de Oro…
Así mismo!!
Un guiño al soneto de Quevedo en ese terceto final… magnífico, Rafa!Me encantó!
Abrazo, amigo! Seremos polvo enamorado…
Precioso soneto, Rafa, y precioso ese guiño final
Has desnudado con tu bello y reflexivo soneto, el " Vivir de la vida", de eso se trata diría nuestro sabio Hidalgo a su escudero, con todo ese mundo de emociones que nos acaparan hasta convertirnos en ese polvo enamorado, precioso, poeta!!!
Precioso Soneto compañero.
Un abrazo 
De vez en cuando viene bien practicar con los clásicos. Buen domingo. Un abrazo.
Siempre se aprende de Quevedo y compañía. Muchas gracias.
Así es, aprovechar lo que nos va dando la vida. Gracias, Ana María.
Muchas gracias, Hortensia. Buen domingo.
Un clásico con tono clásico. Magnífico, Rafa.
Muy hermoso… y el final es perfecto! Feliz domingo, Rafa.
Gracias, Carmen. Buen domingo.
Vivir la vida, un gran soneto, hay quien dice que vivir la vida es fácil si acompaña la buena suerte, yo lo creo así, yo pienso que es tan difícil como vivir la muerte.
Aplaudo poeta su brillante ejecución.
Bellísimo, muy filosófico, a manera de los grandes clásicos. Felicidades. Abrazos cariñosos. 
Vivir y morir son dos caras de la misma moneda. Gracias!
Gracias por tu visita. Abrazos.