Y voy a cambiar mi rumbo, voy a poner gran empeño,
al dolor no sucumbo, voy a conseguir un sueño.
Escribir es mi estado, dona a todo sentido,
es mi cálido agrado, lo malo al fin olvido,
es el sentir alado, mi alma ya no descuido,
ya no hay color ajado, todo ahora está unido.
El fluir de las palabras, pinta mi mundo en verso,
y por más puertas que abras, sigo en este universo.
Sobre tinta me tumbo, nadie será mi dueño,
el mundo ya es mi aliado, no más brillo perdido.
El campo que tú labras, será pan sin reverso.
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Publicado en Poémame.1 , en marzo de 2019. Incluido en mi libro “La vida en Jotabé”