Viviendas frágiles, repletas de almas nobles erigidas en zonas indignas.
Desahucios en epidemia, al hombre en su morada.
¿Por qué esas almas nobles no viven en las áreas de desarrollo?
Porque la bestia negra los apiló sin censo y sin nombres.
Viviendas frágiles, erigidas en zonas indignas repletas de nobles almas, a quienes les robaron el lápiz de su inspiración, obstruyendo su educación y su avance. Viviendas frágiles construidas en zonas indignas.
Trajeron desde lejos a los arquitectos de la anarquía, trajeron a los decoradores de alfombras color cerro, trajeron a los diseñadores de cárcavas y muros.
Nos apilaron en lo más alto para que nuestro sufrimiento, solo cayera al vacío y no hubiera sueños que levantar.
Viviendas frágiles, erigidas en zonas indignas repletas de arcoíris celestiales, pero ahuyentado de los colores el arcoíris terrenal.
Viviendas frágiles, descoloridas e inhumanas amontonadas de desgracias y llenas de falsos anhelos.
¡Mi sangre viene de allí!
A la abuela Olga, le regalaron su chabola quizá por su sangre india que ahora corre por mis venas.
A la abuela Manola, le regalaron su chabola quizá por su sangre negra, que ahora corre por mis venas.
Ojos tristes viviendo en chabolas de sufrimiento, ojos mezquinamente escondidos a la luz del infinito del cielo y sus estrellas.
¡Invisibles sin rostros!
¡Amarrad al traidor, traedlo a la fuerza y sentadlo en el filo de la cárcava, donde su farsa desterró al prójimo!
¡Dejadle un cuchillo, para que se saque de sus venas la sangre sucia de su cuerpo!
Cuando la tierra traque la deslealtad del conspirador, las viviendas serán dignas y la inocente quietud del pueblo despertará, dejando de beber los residuos del agua contaminada de sus vasijas.
Las viviendas dejarán de ser erigidas en zonas indignas, dejarán de ser frágiles y dejaremos de aguantar la respiración debajo del fondo de una sociedad injustamente impar, que debe dejar de contaminar.