Violines de frío

¡De nada va a servir este domingo!
La gente se hizo dura de corazón
y a los niños, dejaron de quererlos.
Que el mar se deslice por mis párpados
y me vista de rosas amarillas.
De nada servirá la misa de domingo,
si ya ni el mirlo canta en los jardines
y a los niños, dejaron de quererlos.
¡Qué desierta se quedó la poesía!
Jolgorio de los dioses en las calles,
que bailan y aspiran el olor de los jazmines.
Solo algas y humus de pesebre,
delirio necio de tremendos pesares.
De nada va a servir este domingo
con cánticos de piano en los altares,
si a los niños, dejaron de quererlos.
Hoy, sus ojos se apoyan tan tristes
en la yema de mis dedos.
¡Qué vacía se quedó la poesía,
en esta tierra de arcilla fatigada,
con liras insensibles y violines de frío!

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Cuánta sensibilidad, Lucía!!Sin nuestro niño interior…no hay niños que querer!eso debemos recuperar…la inocencia perdida!!

Cuánto clamor, cuánta verdad en tu poema.
Muy bien dicho.

La gente se hizo dura de corazón
y a los niños dejaron de quererlos.
... 

si ya ni el mirlo canta en los jardines
y a los niños dejaron de quererlos.
... 

De nada va a servir este domingo
con cánticos de piano en los altares,
si a los niños dejaron de quererlos.

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¡¡¡Bello!!!

Lo que más me gusta es, esa tristeza con la que impregnaste cada párrafo…

Saludos.

Siempre quedaremos los poetas…y por tanto la poesía permanecerá.
Hermoso tu poema, Lucía!!:rose::kissing_heart:

Ahh que triste, sumamente tristes tus versos, sin los niños dejan de querernos ¿que somos?!! Un poema muy profundo poeta!!! :kissing_heart::kissing_heart:

Nostálgico y hermoso poema Lucía.

Un beso :kissing_heart:

Fascinante poema.

Gracias mi querida poeta, por tu bello comentario. Recibe mi abrazo poético.

Así es, querida Silvia; gracias por pasar y comentar. Abrazos poéticos.

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Gracias por pasar a leerme, querido poeta.

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Bellos versos con un trasfondo tan áspero como real. ¡Enhorabuena! :clap: :clap:

Que el mar se deslice por mis párpados
y me vista de rosas amarillas.

Inmenso compañera!!

no me quiero morir como las hojas.
Que el mar se deslice por mis párpados
y me vista de rosas amarillas.

Hoy, sus ojos se apoyan tan tristes
en la yema de mis dedos.
¡Qué sola se quedó la poesía,
en esta tierra de arcilla fatigada,
con liras insensibles y violines de frío!

De sombría e intensa belleza tu poema querida Lucia.
Revelas crudas realidades con arte y estilo.
Abrazo @luciagomez1956

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Qué sola se quedó la poesía,
en esta tierra de arcilla fatigada,
con liras insensibles y violines de frío!

Qué triste. Qué bonito!

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Gracias Alejandro, por leerme y comentar.

Muy reflexivos y lindos versos. Un placer leerte. Saludos poéticos.

Gracias por tu bello comentario, querida poeta. Afectuoso saludo.

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Muy amable Victoria, por pasar; qué bueno que te guste. Afectuoso saludo.

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