Cómo me gusta el viento
que me da en la cara
y relaja el confinamiento
cuando abro la ventana.
Viento sin restricciones
perimetrales ni sociales
que abrazas sin negaciones
y viajas, entras y sales.
Envidia de no ser viento
en el presente privado
de tener movimiento,
de sentirnos liberados.