Un viaje azul y algunas horas muertas. Escribir en vano, con alguna dosis pequeña de cordura y aumentar la ilusión. En la rama, un pájaro con sus alas mojadas que tiene miedo de caer y morir. Esas calles enormes, solitarias donde suspiro y me vuelvo niña. La luz directa alumbrando el parque y la inquietante humildad del cielo. Poner la mirada tan lejos como pueda y dejar las preguntas para otro día. La vida, como lienzo desteñido viajando por los largos manantiales y acumulando profundas soledades. Llega la noche con la luna nueva y los eternos amores, fenecieron. Una cascada de recuerdos desabridos. Un cuerpo exhausto que quiere dormir. ¿Soñar, con todo aquello que hubieras querido…hacer por mí?
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Muy descriptivo ese viaje azul , esos recuerdos que nos acompañan y ese sueño que se quedó sin vestir, muy melancólico, poeta!!!
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Prosa de ensoñaciones por las azules nubes de la melancolía.
bella redacción.
Abrazos
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La pregunta tiene su qué…
Muy bueno, todo.
Saludos
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Hermoso, Lucía!! Un remanso de paz y belleza con el tiempo detenido en el paisaje que dibujas…
Un abrazo
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Me gusta mucho. Evocador, y narrado de forma increíble .
Me gusta mucho viajar en tus hermosos versos…
Precioso texto.
Un abrazo, Lucía!