Versos que oí a algún borracho un día

Ven deprisa, padre, ven…
si me quieres disculpar.
He hecho mal y he hecho bien,
¡tanto bien y tanto mal!
Ven deprisa, padre mío,
si es maldad esta maldad
y es pecar no confesarse…
pero bueno el confesar.
No hago exactamente aquello
que predica vuestro abad,
y no vivo como vivo
por creer en la bondad.
Amo el whisky, el ron, el ruido,
o la sangre en algún bar…
y no he puesto el pie en tu casa
de hace varios años ya.

¡Para el hombre honesto no…
no hay un mundo, y nunca habrá!

Ven deprisa, padre, ven…
si me quieres disculpar.
Yo ese que odias debo ser,
que es pecado sin final
y hace mal cuanto hay que hacer,
pero bien lo de evitar.
Este mundo es una cárcel
y una tabla y un ronzal,
y un banco de matarife
donde ríen al matar,
donde ríen mientras roban
y nos piden cielo y paz.
Este mundo es aburrido
si no escondes ningún as,
y una mano perdedora
de jugar de igual a igual…

¡Para el hombre honesto no…
no hay un mundo, y nunca habrá!

¿Cómo un mal será escaparse
de este reino insustancial…
y qué mal buscar placer?
¿Cómo un mal mentir… venial,
cuando es único camino
tantas veces para el pan,
o del vino y el regalo?
¿Qué mejor manera habrá
de pasar que entre jaleo…
y entre herida y entre sal?
¿Por qué abajo la cabeza
y no un cambio de verdad?
Fuego… fuego al mundo entero,
¡fuego al fuego y al trigal!
Y hasta que arda entero el mundo,
fuego y fuego… y más pecar.

4 Me gusta

Wow, sorprendente!!
La balanza del mundo a veces, o mejor, muchas veces se inclina hacia el mal. Magníficos versos!!
Felicidades :clap: :clap: :clap:

1 me gusta

Me alegro mucho de que te haya gustado, amiga. Te mando un cálido abrazo. :heart:

1 me gusta