Hay un rumor de aguas cristalinas paseando a mis pies. Murmullo frío. En el horizonte se recorta la silueta de una montaña vieja, sobre un fondo de azul casi vespertino.
El muro de piedra se engalana de verde y naranja, y nos regala un espectáculo de vida efímera y voluptuosa. Pétalos viajeros, como barquitos a la deriva, se van por la limpias aguas, en busca del fin de su tiempo.
Un campo amarillo, nos relata un cuento de un agosto en sus últimos días.
La calzada de piedra, transcurre silenciosa por esta vereda de agua, árboles y flores. Y la barandilla nos invita el reposo del cuerpo y al enriquecimiento de la vista.
Cristalina agua.
El estío se viste
color naranja.
.
.
.
.
Imagen: foto propia tomada esta verano en El Barco de Ávila (agosto 2021)