Velada

Conocí muy bien el pronombre,
el relato del deseo que una vez encalló,

procurando cuidarte,

porque no hay nada más eclesiástico
que tú sonrisa desnuda,
que tus muslos de leche
y tus pechos tentándome
a una cruenta agonía…

Prisionero o captor -
siempre amaestrado a la costumbre de tus besos,
a una caricia que reduzca la corteza de mi mal humor,
una severa palabra que me cure desde adentro,

Y mientras se apaga la vela,
y me atengo al veneno o sabor de tu lengua
y reconstruyó ansiedades
prendadas a otro cielo
bajo los pliegues de tu cintura

Cuando refleje el regocijo esmeralda
la estrechez de ningún otro amor
cuando me muera sin tu aliento y aroma
traduciendo desde tus labios atalayas
y los huecos de mis último fondos,
la adoración aún por los faros,
de aquellos tus cándidos ojos,
dónde se arrastra eternamente
mi nombre hacia tus desvaríos
con tus poros abiertos de orquídea
y tus dedos cuál puertos de polvo

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Buen poema. Saludo cordial

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Excelentes versos!!!

Saludos @Lubdikar

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Cuánta pasión y qué alegría se desprende de ti aquí, compañero! Me encanta! :heart: :heart: :heart: :clap: :clap: :clap: :clap:

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