Vejez

Tengo el alma de tinta
y el corazón de papel
mi cuerpo arrugado
se pliega en el
en el recuerdo de una vida
de sudor, lágrimas y placer.

Tengo el suspiro del ayer
entre las hojas de un poemario
tiritando por renacer
en la sabiduría de tus labios
acariciando cincuenta años
de hojas perfumadas con tu ser.

Tengo preguntas que se olvidaron
en la tormenta de una lluvia de verano
empapando discursos jamás pronunciados
fueron naciendo raíces, surcos
ramblas, charcos y pequeños rayos
en la geografía viva de mi nación.

Tengo la vida borracha
de estrellas en la madrugada
y me persigue la benemérita
por robarle a la luna su plata
mientras ronda la vejez mi sombra
en un huerto de higueras blancas
me escondo por las tabernas
en noches que crecen las piedras
sigiloso entre poesía y vino
voy descubriendo mi camino.

se consume junio por las ramas
y las lágrimas de las zagalas
se estrellan en la ventana. <<

¡Que no me quedan ya espejos!
para mostrarle a mis ojos
que no quedan más eneros
y que fue junio el mes de mi destierro.
Tengo la vida incompleta
y a la altura de tu capricho
me perderé por un precipicio.

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Muy buen poema, compañero. :four_leaf_clover:

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Precioso poema! El equipaje de una vida vivida…

Me gustaron mucho estos versos.
Yo nací entre higueras y encinas y esos árboles son tótems para mí… allí querría retornar entonces…
Un abrazo, compañero! Vivamos!

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Ahh precioso discurrir de la vida por tus vividos versos, muy gratificante lectura, poeta!!!