Su cara me recuerda
la inocencia, la pulcritud
de aquellos que ven el mundo
como un atardecer de verano
paseando por la orilla de la playa.
La mirada de vestal
implora amar y ser amada
por un caballero de novela arrugada.
Pero el tiempo,
carente de remordimientos,
apremia
y solo tiende su ropa.
Las telenovelas de la sobremesa
se acercan a su final,
que no se parece nada al suyo.
Esas vecinas, esas telenovelas de sobremesa y esos sueños inalcanzables…
Todos sabemos a qué te refieres, je, je…
Me gustó pasar.
Muchas gracias por la visita… quizás sea un estereotipo. Saludos.
Ah, esas idealizaciones del amor y las parejas.
Buen poema poeta.
Qué bonito, amigo
Creativo y original poema, así es, esas telenovelas y su dramatismo exacerbado para poner su punto y final siendo felices y comiendo perdices, poeta!!!
Me encanta que te encante. Muchas gracias.
Me la imaginé madura…hay muchas vidas así, esperando en sus ensoñaciones que nunca se hacen realidad.
Muy bueno tu poema, amigo. Lo transmitió tal cual.
Que tengas un buen día, Josele.
Abrazos!
Muchas gracias, esas idealizaciones que distorsionan la realidad y hacen que no se viva lo que realmente es importante.
Saludos.
Muchas gracias amiga. Un abrazo fuerte.
Así es Minada, vidas que se aferran ilusoriamente en vez de cambiar sus vidas.
Es verdad María, creo que todos tenemos una vecina así. Muchas gracias y disfruta de tu fin de semana.
buah, tremendo y bello!
Muchas gracias amiga. Disfruta del fin de semana.
Muchas gracias Tali, disfruta del fin de semana.