Como el mundo lastima mis sentidos
tirando de experiencia me defiendo,
que ni a los místicos la moto vendo
temiendo que se sientan ofendidos.
Pues de mis pensamientos reprimidos
quién sabe si a propósito dependo,
cuando la sinrazón me la meriendo
harto de que me zumben los oídos.
Que visto como pinta el panorama
mostrarse muy seguro no procede
si pisándonos vienen los talones,
viendo que quien nos hace bien la cama
hoy garantías pocas nos ofrece
cuando vacías son sus intenciones.