Tenía varias notas
en mi mesa de noche
escritas para tí,
no sabía si dártelas
talvez guardarlas,
sin que lo supieras,
mermé toda ilusión,
ya que todo esto,
quedó en el pretérito imperfecto,
en un lugar que nadie conoce,
quizás los escenarios
no crearon ese momento,
en donde podríamos ser tú y yo
pero
como quien pide
un deseo,
los sueños nos hacen entrar en sintonía
para poder cumplir
eso que tanto esperamos en la realidad.
De pronto
se observa un vacío
algo lato,
desfasado,
anidado, entrópico,
utópico,
me quedo ensimismado,
tú ríes,
de pronto lloras,
tus mejillas se sonrojan,
me abrazas,
sellando ese momento,
la despedida es evidente,
despierto,
me aliento,
ha pasado casi
un tiempo indefinido,
miro al cielo, a los costados,
el silencio es tenue,
la sístole y diástole
de mi corazón comienzan a crear
dentro de mí
un movimiento tan brusco
dejando
la serotonina
al mínimo de su resplandor
provocándome la tristeza más increíble
jamás antes vista.
No sé si fue el momento,
pero la vida me a puso a prueba
me calificó con un cinco,
donde no había alternativas para aprobar,
lo único que quería hacer era
desaparecer y enrumbarme
en la soledad más profunda
donde pueda encontrar a
esa versión que yo tanto anhelaba.
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Versos muy intensos y trepidantes, poeta!!!
Buena y descriptiva prosa, un gusto leerle.