…
…
…
El golpe avisa desde el embrión
hasta la tumba
un poeta guardado, comprimido
el tiempo
es una espina de número
escama que no tiene mañana
vas a empezar tú o yo?
porque hace falta fuerza sobre la fuerza para amar
y dejar ir
Ayer [siempre desde ayer, porque desde hoy nada,
todo se ha debido comenzar desde antes de que empiece:
inútiles somos si esperamos el futuro,
el pasado es una triste niña de cabellos rosados
y de gladiolos negros] ayer
vas a ver dormir la neblina
o a contar los muertos torpes sobre las cabezas de
los ancianos.
en mi fecundan las orugas y los líquenes
de la materia iridiscente
hasta el cúbito dorsal de la tarde se aprende:
| te doy mi larga mirada por donde vas a caminar.
Haré que las placas se cocinen,
que los árboles se estiren
hasta tocarte;
he de envolver todo en un aura de matemática
el paso de la semilla triste; al final,
he de mandar a brotar la vida.
Los niños traspasan la vida
devuelven la carne al arrullo y a la sonrisa: haré
milagroso el polen.
Te veo de espasmo
arteria de cuchara; piel rara; desazón occidental
íntimo temblor sacude
todos los robustos ciegos que traía; ni
el número me mira con su
extraña manera de desaparecer
dentro de la luminosidad y esas noches
[esas noches]
eran desde el fondo de tus vértebras retratos
químicos
silencios de muertos o de sales
algo que se disuelve constantemente
dentro de la savia y de la ira.
Silencio que el aire no denigra
a la mejilla
y ya tu beso no me da eternamente en la cara.
| la tráquea es un animal plumífero.