Una ventana soleada…
Y mi risa era rocío y flor de primavera.
Y mis ojos escrutaban el silencio
en la calma de los días infantiles
con mi cuerpo menudo
correteando callejuelas…
entre campos de dehesas.
Prendidas en el pelo,
algunas briznas de la hierba.
¿Te acuerdas, madre
de aquella encina centenaria?
Me gustaba deslizar los dedos
por el blando musgo de su inmenso tronco
que chorreaba de humedad
en las mañanas heladas del invierno.
¿Te acuerdas…
de aquel columpio que me hacías
en su rama más grande?
Se volteaba mi risa entre las hojas
diseminando la hojarasca.
Y el aire se mecía a mi compás…
y era tan limpio y frío, que me dolía al respirar.
¿Recuerdas el pequeño gorrión
que rescatamos
en el viejo huerto de la higuera grande?
Aún…siento su calidez
entre mis manos temblorosas.
Jugueteando en mi nariz,
el aroma a hierbabuena
rociada con las gotas cristalinas
de la acequia.
Me desperté de pronto…
Una lluvia persistente
iba mojando el pensamiento
al sol pálido y débil
en estos días deshabitados del invierno.
Abrí mis ojos…
ahora enredados en la hiedra del tiempo,
difuminados entre las volutas del humo del hogar
y los posos del recuerdo.
Volando…
entre los pájaros agoreros
desnudos y oscuros de los vientos.
Ahora,
tan solo quedan restos,
residuos,
reminiscencias…
y una ventana sombría sin cristal
con los aromas familiares de las prímulas ausentes.
(El aire implacable del olvido atraviesa su vano… libremente)
Disculpa @Liberarce este mensaje no es para mí. Es para @mariaprieto.
Que es quien a escrito el poema.
Pero si quieres a mí también me puedes leer.
Un abrazo
Un hermoso título para un sentido, bello y cálido Poema!!!- Como siempre, mi admiración, querida escritora.
"Una lluvia persistente
iba mojando el pensamiento
al sol pálido y débil
en estos días deshabitados del invierno.
Abrí mis ojos…
ahora enredados en la hiedra del tiempo,
difuminados entre las volutas del humo del hogar
y los posos del recuerdo.
Volando…
entre los pájaros agoreros
desnudos y oscuros de los vientos."
Esa ventana soleada que se vuelve sombría! Las ventanas son muy poéticas. Tu poema, una maravilla de recorrido por los recuerdos. El olvido es libre.
Un abrazo.
¡Ah,la infancia,qué fuente inagotable de poesía! Eso sí,hay que saber contarlo como lo has hecho tú,con esa verdad y con esa luz que transporta al lector hasta su propia infancia. Y es que, al final, la infancia de uno es la infancia de todos,un mundo maravilloso que solo echamos de menos cuando termina.
Me encantó el poema,María.
Los buenos recuerdos son un tesoro y hay que guardarlos para tenerlos presentes. Mi infancia fue muy feliz en el pequeño pueblo en que nací, corriendo por calles y campos, como en mi poema, en completa libertad! Eso no se olvida nunca y menos en estos tiempos que corremos…Pero no hay que vivir de ellos, hay que asentarse en el presente.
En muchos de mis poemas los reflejo, los orígenes no hay que olvidarlos mientras se pueda,
Gracias siempre por tus palabras bonitas, querido amigo!
Esos encinares y dehesas extremeñas en que me crié, los tengo siempre presentes, un paisaje maravilloso! Tengo un poema dedicado a la encina que un día te enviaré para que lo leas…
Gracias por venir, amigo! Abrazo fuerte.
Muchas gracias, Jerónimo! Bienvenido a mi rincón! Cuando leí el tuyo, me dije “este es de los míos”, me encantó! Maravilloso cuadro el que pintaste…
Un abrazo, compañero, nos leeremos.
Una belleza de poema, María… con esos recuerdos de aires de libertad, tan tiernos y poderosos al mismo tiempo… tan vívidos que ni siquiera ese aire implacable del olvido se puede llevar!!! Leerte es volar, querida amiga. Abrazo grande!
Los recuerdos nos dibujan sonrisas infantiles y reviven paisajes que se dibujaron en la mente. Cuanta belleza en tus versos tan nostálgicos amiga. Besitos y abrazos.
Ahh denotas una dulzura mágica, entrañable, verdadera, intrépida y aventurera en tus descriptivos versos de infancia y es que es un mundo de ojos abiertos y mente despierta absorbiendo la vida, es esa ilusión vivida reflejada en tan maravillosos recuerdo, muy bellos y sensoriales!!!