En la planicie yerma del pecho
gotea el silencio de la tarde.
Flores lánguidas cabecean
bajo las débiles gotas de una lluvia tímida
que augura una nueva noche blanca.
La misma herida empieza a abrirse.
Lenta
como la caída nocturna al abismo de la ingravidez,
regalando la fe al lado más estúpido del corazón.
El abrazo de la soledad es inmenso.
-Cabíamos los dos.-
Nostálgicamente impecable!!!
Tristes y desolados versos… Qué gran poema! Un abrazo, compañera.
Pintas un precioso paisaje desolado para situarnos y menudo bombazo final
Me ha encantado Pequenho Ze. Un abrazo!
Todo cabe en el hueco inmenso de la soledad. Muy lindo. Saludos poéticos.
Muy bello!! 
Besitos, Ze!
Muchas gracias, compañero! 
Abrazo!
Qué bonito que te guste, compañero! Mil gracias. Abrazo!
Muchas gracias, compañera! Abrazo!
Tan estremecedoramente melancólico que penetra la pupila para irrumpir en la memoria donde se guardan fragmentos de viejos anhelos todavía tibios. Me ha encantado. Muchas gracias, compañera.
Nada mejor que el sonido de unas gotas cayendo para ilustrar el vacío y el silencio.
Delicado y grande, Ze.
Abrazo
Y a mí me ha encantado tu comentario! 
Mil gracias. Abrazo!
Agradecida por tu lectura y tus palabras. 
Abrazo!
Muchas gracias, compañero! Abrazo!
Cuando la soledad gotea la presencia de lo amado, se hace versos en tu pluma, poeta!
Un saludo de calidez poética, @Pequenho_Ze!
Mil gracias, compañera! Abrazo!