Lírico.
Solo quiero decirte, no te olvido
aunque lo intento
y el escandaloso silbido de un auto
me advierte que pronto vendrás
y entonces desaparece mi descontento.
No hay olvido, eso quiero decirte
con el corazón que insiste
y que también mil veces ha huido
por temor a ser destruido,
porque este corazón es inflamable
ante tu trato amable
que no me deja ver mas allá
de lo que eres en vida.
He sentido envidia
porque con tu voz a medias me decías:
soy feliz cuando lo beso,
y entonces te vas y tengo miedo,
y el resultado es el coraje
y eso que dije me comía;
porque quisiera ser yo
quien te alimente el corazón,
quien conduzca tu carruaje
como un lacayo a tu dirección.
Luego mi equivocación
que se me ha vuelto vocación
al decir me voy,
y sigo aquí
intentándolo de nuevo,
y cada día digo: irme será hoy,
y descubro lo que por ti soy:
he sido una estatua en cada esquina
que caminas
y en tu andar descalzo
una dolorosa espina,
he brotado en tus amaneceres
como espiga,
pero en tus noches no soy
lo que quisiera ser
y vuelvo a enloquecer,
y pierdo otro poco de mi vida.
y quiero decirte lo que eres para mi
sin mentiras:
has sido la vehemencia mas violenta,
y la causa de que le invente al cielo dos lunas,
y a las riquezas carencias,
pero también has sido
el árbol del que he probado
los mas dulces frutos,
y las noches de placeres en que mas disfruto.
También has sido el camino misterioso
en que a mi alma oculto,
y la razón de mis lagrimas con olor a luto.
Me he sentido cuando me besas,
el ser mas culto,
porque de tu boca aprendí
que la eternidad y la inmensidad
se pueden sentir en unos minutos
estando en tu cuerpo desnudo,
y que en una canción
caben todas las estrellas
que hay en el firmamento,
y todas las campanas sonar de una en una
en un remoto momento.
Solo quiero decirte que de tu recuerdo
alimento esta vida
que sin ti es un solo segundo,
y que al igual que la luna,
todas las madrugadas
por estar otra vez lleno,
en ti me hundo…
jorge Martínez C.
Autor.
