Te detienes, de pronto,en esa calle
donde un día tuviste a la tristeza,
dulce y tímida, junto a la pobreza
de tus primeros años, por el talle.
La ventana con sol, la bocacalle
que lleva a no se donde, la tibieza
de una tarde dorada, la pereza
de la luz con su mágico detalle.
En una calle antigua, que nos duele
y nos alegra, siento como suele
el azar darnos tiempo no buscado.
Todavía la vida tiene a gala
esta tierna sorpresa, y nos regala
este súbito instante, tan sagrado.
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Me ha encantado, precioso soneto, haces que parezca fácil…
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Muchas gracias. Me alegro que te guste. Un saludo.
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Muchas gracias… Tiene mucho trabajo detrás. Saludos.
Precioso soneto, esa calle antigua inesperada te lleva al recuerdo…


Hace unos tres meses visité mi pueblo natal y al caminar por mi calle, se me vino toda la infancia encima…hace muchos años que no iba.
Saludos, José Antonio!
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Esa experiencia es la que he querido transmitir con el soneto. Muchas gracias por tu comentario. Saludos.
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