Aquí me encuentro tratando de escribirte
en un teclado que no tiene tildes ni eñes,
con la única intención de que descanse
mi prosa bajo tu pupila asombrada
y que en algún suspiro me dejes ser parte de tu espacio.
Tengo tantas palabras que contarte,
tantos silencios que decirte.
Tantas luces y tantos miedos
que ojalá no te espantes.
Es tan poco el papel que sustenta este sentimiento
que me agobia la idea de que no entiendas
nada de lo que escribo.
Ando copiando y pegando las letras que más te gustan del alfabeto
para que cada frase se parezca a ti,
para que cada punto
no sea el final sino el comienzo.
Me gustaría tener la alegría
de que una lágrima se desborde
por mi rostro,
que ya cansado de escribir
se niega a ver, morir un verso.
Aférrate a los ojos del alma
para que puedas leer entre líneas
el secreto que te tengo guardado.
Aquí me encuentro
sujetándote con mis manos
temblorosas
para no dejarte caer,
para ser parte del mismo poema.
Pues parece que te hubiesen sobrado todas las teclas menos una, la de la emoción, esa la has tocado de lleno y has dado en el blanco de mis emociones mientras leía cada uno de tus versos.
No sé si tu teclado tiene eñes o tildes, pero la que no te debe faltar es esta que tan bién utilizas, erizando la piel de quien te lee cuando la tocas.
Un saludo cordial
Y si, eres parte del poema, siempre he pensado que al escribir un verso parte de nosotros se va con él, entonces cada verso nos construye. Bellísimo poema. Felicidades
gracias siempre porque tu eres mi fanatico (number one)
siempre aciertas en los comentarios
y si me gustan todas las letras para decirle al mundo entero
¨que los quiero mucho¨
