Un soneto me manda hacer Violante. Soneto de repente.
Lope de Vega.
Un soneto me manda hacer Violante
que en mi vida me he visto en tanto aprieto;
catorce versos dicen que es soneto;
burla burlando van los tres delante.
Yo pensé que no hallara consonante,
y estoy a la mitad de otro cuarteto;
mas si me veo en el primer terceto,
no hay cosa en los cuartetos que me espante.
Por el primer terceto voy entrando,
y parece que entré con pie derecho,
pues fin con este verso le voy dando.
Ya estoy en el segundo, y aun sospecho
que voy los trece versos acabando;
contad si son catorce, y está hecho.
El aprendiz con mucho respeto
trata de imitar a don Félix,
y así, le planta un soneto.
Peligrosas, Don Félix son las prisas
para cocer en verso buen soneto,
cocinemos despacio este cuarteto
que tiempo habrá de echarnos unas risas.
Ya viene el segundo con frescas brisas
y yo domaré, seguro, este reto.
Por mi sangre Don Lope, que lo poeto,
que a los tercetos ya coso las sisas.
Al primer tercetín ya clavé enseña
Don Félix, y a este le marqué otro verso,
y otro que aquí traigo para más seña.
Segundo tercetòn, y este es inverso
¡ya viene otro Don Lope, dando leña!
y el catorce creo, planchado y terso.
Uno más, por si alguno se despeña
y otros dos añadiré por que sobre,
no fuere que un error, viere la peña.
El aprendiz se excusa humildemente con don Félix.
Favor don Félix, mucho no se ría
que a trompicones escardé el soneto;
apáñeme vos el brío* y no el veto
por ver que aprenda a sembrar poesía.
Del ignorante es la enorme osadía
de a tan grande poeta plantar reto.
En este arte sé que soy analfabeto;
sepa excusar señor, mi altanería.
Dicen que todo lo malo se pega
mas yo solo quiero tomar lo bueno;
aprender de Félix Lope De Vega.
Siembre yo poesía o así plante heno
un Fénix de Ingenios manda en mi siega,
que por algo, es el dueño del terreno.
*Equivaldría a “deme ánimos”.