Y ya en mis extremos
no hay silbidos del corazón
y circulan suaves los susurros
en un paso huracanado
libre de mareas de sangre;
y los árboles se dispersan
lejos de la sequía y los incendios.
Y hoy ríen las niñas,
los tiburones son buenos
y el cuento sucede bajo un cocotero
de un solo verso,
en una acampada dentro de una cueva
sólo para ellas;
y eres tú, y soy yo.
ai, Domingo, ese osito es mi perrita Naia que se fue hace poco más de un año…estuvimos juntas 14 años… se fue mirándome a los ojos hasta su último suspiro que todavía veo cuando la vida duele, y sigue calmando… Ahora vivo con Obi, un perrito muy mini que ha traído de vuelta su mirada… aunque en ese rincón donde Naia y yo nos recostábamos, ahora es un lugar de juego con Obi. Gracias!!!
Te entiendo, cuando Loka se fue me miraba a los ojos como buscando palabras para despedirse, ahora llegué yo a Timoteo y hemos hecho gran amistad, con mándala y Martita formamos grandes revueltas por éstos campos. Saludos para ti y para obi